Las Tres Lunas

Otro lado de la puerta

-Matthew ya se quedó dormido. ¿Todavía estás despierta? ¿Estás bien?- Preguntó Cristopher mientras se acercaba a Rosé.

-Extraño mucho a mi hermana. Pensé que estaría conmigo para ver a mi hijo crecer.-

-Lo sé, Rosé. Pero sabes que siempre estaremos aquí para ti. Juntos superaremos todo.-

-Realmente es muy difícil todo esto. Me hace falta Victoria. Matthew está creciendo muy rápido, y si él llegara a conocerla, la tratará como una desconocida.-

-Matthew te tiene a ti y a mí. Y, aunque Victoria no esté físicamente, siempre la llevaremos en nuestros corazones. Victoria siempre manda cartas a la casa, y sabemos que está bien. Tal vez tenga muchos pendientes, pero jamás se olvidaría de ti ni de nadie de la familia.-

-¿Crees que debería escribirle? Hace tanto que no lo hago.-

-Creo que sí. Unas líneas tuyas podrían alegrarle el día, y quién sabe, quizás puedan planear algo para reunirse pronto.-

-Quisiera salir corriendo y tomar el primer tren a Roma para verla. Pero sé que con eso me conseguiría muchos problemas con NamJoon, y lo que menos quiero es que mi hermana lo pase mal por mi culpa.-

-Rosé, entiendo tu deseo, pero también sabes que ella y tú tienen una familia que cuidar. Seguro encontrarán una forma de planear un reencuentro en el momento adecuado.-

-Bueno, Matthew se quedaría aquí contigo, y Victoria no tiene hijos. Tendríamos mucho tiempo para estar juntas.-

-Eso suena mucho mejor. Escríbele esa carta y hazle saber que quieres verla lo antes posible. Estoy seguro de que entenderá y encontrarán una forma de hacerlo realidad.-

Con ternura, Cristopher se acercó a Rosé para masajear sus hombros. -No quiero sonar atrevido ni nada de eso, pero Matthew está dormido, tus hermanos salieron, y tu madre se fue con tu abuela a otro lugar. Podemos aprovechar el tiempo.-

-Un momento de tranquilidad suena perfecto.-

-Pues yo no me refería a descansar como tal, pero definitivamente esto nos puede quitar el estrés.- En un acto más apasionado, Cristopher comenzó a besar suavemente el cuello de Rosé.

-Cristopher...-

Con deseo evidente, buscó la complicidad de Rosé. -Te prometo que no nos vamos a tardar. Hay que aprovechar que Matthew está en su cuarto. Por favor...-

Rosé, dejándose llevar por la conexión y la intimidad del momento, asiente con una mirada cómplice. -Está bien.-

Rosé, entre risas, disfruta del momento y corresponde a los besos de Cristopher. -Realmente no hay nada mejor que esto.-

Cristopher y Rosé, interrumpidos por el llanto de Matthew, comparten una risa y deciden postergar sus planes. -Bueno, creo que lo dejaremos para otra ocasión. Voy a ver a mi hijo.- Cristopher asiente, también riendo, y ambos se levantan para atender las necesidades de Matthew.

[. . .]

-Entonces, ¿tú y él, nada de nada?- Dijo Hoseok mientras miraba a Victoria.

-Ajá, justo lo que te acabo de decir.- Dejando a un lado sus pinturas. -Somos como mejores amigos, es más llevadero así.-

-Ya llevas tres semanas durmiendo con él, ¿Qué tal con eso?-

-Nada interesante, habla dormido, a veces, me cuenta historias sin tener idea de lo que dice.- Dijo riendo. -¿Y tú cómo vas con Angeline?-