9- Lujuria

867 59 3
                                    

Daemon:

Vi como Rhaenyra se daba la vuelta y accionaba una de las piedras de la pared para entrar a su habitación y ir hasta la puerta, la seguí en silencio, cuando vi que estiro la mano para tomar el pomo y abrir la puerta la detuve.

- Que crees que haces?- pregunte alzando una ceja. Ella me miro desafiante y se soltó de mi agarre

- Ya te lo he dicho, ir a por alguien que me desee- esta niña no entendía nada

- Esque no lo entiendes, no es que no te desee pero no puedes enrollarte con el primero que pilles- dije con algo de celos, claro que quería follarmela pero tenia miedo de las consecuencias.

- No soy una de tus putas, no voy a quedarme con las ganas así que aparta- dijo entre dientes.

 Esa fue la gota que colmo el vaso, la bese con furia, saboreando cada rincón de esa preciosa boca.

Ella subió sus manos a mi camisa y la empezó a desabrochar, yo hice lo mismo con la suya. Una vez esta callo al suelo la cogí del culo y la impulse para que rodeara sus piernas en mi cintura.

La apoye en su tocador y me puse de rodillas frente a ella, ella me miro expectante

- No sabes cuanto he soñado con esto- dije mientras le bajaba los pantalones, ella abrió sus preciosas piernas lentamente dejándome ver esa parte que tanto quería.

- Que vas ha hacerme?- me pregunto suspirando.

- Voy a comerte- dicho eso me hundí entre sus piernas, ella gimió, sus gemidos eran mi sonido favorito en los siete reinos

Ella estiro las manos para cogerme de los pelos y empujarme mas a ella, ella gemía mientras yo comía su coño

- Daemon...- gimió ella

- Eso es mi amor gime mi nombre- me ponía muchísimo que me llamara entre gemidos, note que se tensaba así que acelere mis movimientos. Con un grito ella se vino y yo lo trague todo.

- Deliciosa- dije mientras volvía a besarla.

La baje del tocador he hice que se girara para que pudiera verse en el espejo.

- Vas a verte mientras te follo y no querrás que nadie te vuelva a tocar- dije pegándole una nalgada, ella gimió y pego su trasero a mis pantalones, me los baje y con cuidado fui entrando en ella. 

Me quede quieto hasta que me dio luz verde y empecé a moverme, su interior era un infierno, pero un infierno en el que me quedaría eternamente, ella echo su cabeza para atrás apoyándola en uno de mis hombros.

Yo acelere el ritmo de mis estocadas mientras bajaba mi mano para tocar ese punto que le haría ver las estrellas, ella gimió mas alto y se corrió por segunda vez. Yo seguí buscando mi propio placer y cuando sentí que me iba a venir saque mi polla rápidamente de su interior y me corrí en su espalda. la deje en la cama mientras iba a por unos paños para limpiarla. 

Cuando volví ella estaba bocabajo en la cama y cuando acabe de limpiarla se dio la vuelta.

 Yo me acosté entre sus piernas apoyando mi cabeza entre sus pechos. me quede dormido mientras ella tocaba mi pelo perezosamente. 

A la mañana siguiente me desperté antes de que saliera el sol y la vestí con su camisón, me vestí y me fui por la puerta secreta jurando que volvería esa noche.

Salseo, me gusta, espero que os haya gustado


Trono sabor lujuriaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora