13- Celos

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Rhaenyra:

Habían pasado varios días tras la partida de Alicent, no me dejaron despedirme oficialmente de ella. Mi madre no me hablaba desde entonces y mi padre se acerco mas a mi tratando de pasar mas tiempo conmigo y enchufo de nuevo a su hermano al consejo real. Hoy nos encontrábamos en el consejo hablando de un nuevo impuesto el cual yo no estaba prestando atención. Notaba que se me cerraban los ojos hasta que sentí una mano en mi muslo.

- Te estas durmiendo- susurro daemon en mi oído, yo le mire y me gire a mi padre.

- Padre- le llame, el me miro con atención- he de ir a entrenar con sir Harwin- el simplemente asintió antes de seguir hablando, yo me levante y me dirigí a la puerta para salir al patio.

Cuando llegue vi a Harwin limpiando una de las espadas de madera, el al notar mi presencia se giro con una sonrisa.

- Princesa- dijo haciendo una pequeña reverencia- hoy trabajaremos cuerpo a cuerpo.

Yo asentí y me puse en posición. El se me acerco y trato de golpearme en la mejilla pero lo esquive inclinándome hacia la izquierda, yo lance una patada haciendo que el agarrara mi pierna desequilibrándome pero rápidamente volví a recomponerme y lance una patada con la otra pierna dándole en la cara, los dos caímos al suelo pero nos levantamos con rapidez para agarrar la espada contraria, acabamos apuntándonos ambos con la espada el el cuello contrario y estallamos a carcajadas.

- Princesa, sir harwin- dijo daemon acercándose con cara de pocos amigos- ven princesa- dijo agarrándome del brazo y arrastrándome dentro

- Adiós sir Harwin- dije sacudiendo la mano libre.

- Adiós princesa- dijo el antes de que girásemos a la izquierda y lo perdiese de vista. Llegamos a sus aposentos y me arrastro dentro, una vez entramos me soltó y encaro.

- Que ha sido eso? - pregunto entre dientes.

- Estaba entrenando con Harwin, es un buen amigo que me escucha y apoya desde que mandaste a la única amiga que tenia lejos de aquí- le reproche, no hablábamos del tema desde que se fue.

- Ya hablamos de eso- dijo frotándose las sienes- ella quería separarte de mi.

- Ella nunca hizo nada- contraataque sintiendo como la ira subía a través de mi.

- Pero te miraba de una manera indebida y después de que te dijera mis sospechas note que cambiabas y te volvías esperanzada, no iba a dejar que te fuese de mi lado no ahora- farfullo.

- Porque no ahora?- pregunte cabreada, había algo que no me estaba contando.

El no me respondió simplemente se me quedo mirando, eso hizo que mi cabreo aumentara y me girara para salir de allí pero el me cogió del cuello y me giro para estampar su labios contra los míos en un intento desesperado de que me quedara con el, no quería caer en su juego pero se me iba haciendo cada vez mas complicado conforme el paseaba sus manos por mi cuerpo con adoración, yo subí mis manos a su camisa para desabrocharla y así dejar su pecho desnudo, el cual comencé a tocar deslizando mis uñas sintiendo que los músculos se contraían bajo mi toque, comencé a empujarlo hasta que el quedo tumbado sobre la cama y yo me subí sobre el posicionándome sobre su regazo y meciendo mis caderas de adelante hacia atrás.

El estiro sus manos hacia mis ropajes de entrenamiento para comenzar retirarlos y así poder acunar mis pechos con sus manos, me levante para que pudiéramos quitarnos los pantalones y una vez esos fuera volví a subirme sobre el y esta vez introducir su miembro en mi, cuando estuvo todo dentro comencé a mover mis caderas lentamente torturándolo, el clavo sus uñas en mi cadera y me suplico.

- Rhaenyra por favor-

- Por favor que?- pregunte excitada

- Muévete mas rápido cielo- dicho esto comencé a cabalgarlo a una velocidad impresionante, sentía como entraba y salía, cuando alcance mi orgasmo lo saque pero seguí frotándome contra el para que el llegara al orgasmo también, una vez el se corrió me baje de el y me tumbe a su lado, el me abrazo por la cintura atrayéndome a el.

- Simplemente no quiero que nadie te separe de mi lado- dijo dejando un beso en mi cuello, yo sonreí.

- Nadie va a sepárame de tu lado- le dije acariciando su mejilla, el sonrió y me beso sacándome una carcajada.

Trono sabor lujuriaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora