Trono sabor lujuria

11- El plan de Deamon

Deamon:

Habían pasado varios días después de que mi Rhae me pidiera que la entrenara, iba progresando rápidamente, ahora nos encontrábamos entrenando en el patio, rhae se movía ágilmente como si estuviera danzando, sus movimientos eran delicados. Me moví hacia la izquierda y lance un ataque a la altura de la rodilla pero ella lo esquivo rápidamente colocándose a mis espaldas y dándome una patada a la altura de la pantorrilla haciéndome caer de rodillas y sentí como colocaba la espada de madera alrededor de mi cuello y me susurraba al oído.

- Creo que ganaste tío- dijo con sorna, se estaba burlando de mi, la cogi por el hombro y le hice dar una voltereta y caer al suelo tumbada boca arriba, esta vez fui yo quien coloco la espada en su cuello

- Dijiste algo querida?- pregunte con gracia, seguido de eso me acerque a su oído y e susurre- te ves muy bien en esa posición.

Ella me cogió los hombros  y nos giro, ella quedando arriba mío a horcajadas, esta vez fue ella la que se acerco y me susurró al oído

- Creo que gane yo esta vez- dicho eso me dejo un castro beso en el cuello y se levanto tendiéndome la mano, yo la cogí y me levante al alzar la mirada encontré a Alicent, la muchacha llevaba espiándonos desde que empezamos a entrenar y algo me decía que esa muchacha tramaba algo y por eso yo debía ser mas rápido.

Después de darme un baño accedí a la habitación de mi sobrina por nuestro pasadizo secreto, al entrar me encontré con ella peinándose frente al espejo, me acerque y la abrace por la espalda, ella se dio la vuelta y note que llevaba un anillo que yo no le había regalado.

- Que es esto? Quien te lo ha regalado?- pregunte mientras tocaba el anillo.

- Me lo regalo Alicent- eso me hizo fruncir el ceño, eso simplemente hizo aumentar mis sospechas- Que?

- No me gusta como te mira- dije acariciándole las mejillas.

- Porque? Ella es mi amiga- dijo apartando mis manos- no tiene nada de malo.

Yo suspire- creo que esta enamorada de ti- después de decir eso ella se sorprendió y sus mejillas se tiñeron de rojo, lo cual me extraño... y caí en la cuenta- acaso tu sientes algo por ella...- dije separándome.

- No, pero si lo hice pero pensaba que nunca seria correspondida- dijo mirando a un punto fijo de la pared, eso hizo que mi ira aumentara y me dispuse a irme- donde vas Daemon?- me pregunto pero la ignore. Debía deshacerme de esa mocosa cuanto antes, Rhaenyra era mía, solo mía y sacaría de mi camino a quien hiciera falta.

Senti como ella me dio la vuelta mirándome con preocupación- que vas ha hacer Daemon- pregunto acariciándome la mandíbula en un intento de relajarme.

- Te quiero solo para mi- dije escondiendo mi cabeza en su cuello oliendo su aroma, pase mis brazos por su cintura mientras ella me acariciaba los cabellos.

- Soy tuya- dijo haciéndome sonreír- Daemon- me llamo y levante la cabeza- ven- me cogió la mano y me llevo hasta su cama y se acostó invitándome a apoyar mi cabeza en su pecho y así lo hice. Me tumbe con la cabeza en su pecho escuchando sus latidos.

Cuando se durmió me fui a mi cuarto pensando como haría para mandar a Alicent lejos de mi Rhaenyra.

Al día siguiente encontré a Alicent mirando a Rhae y Aegon jugar y corretear por el patio así que decidí que daría el primer movimiento. 

- Precioso no es así?- ella me miro asustada- se como la miras- ella se horrorizo mas si se podía- se lo que sientes por mi sobrina, ella lo hace también, me hablaba mucho de ti.-

- Porque debería creerte?- pregunto alzando una ceja-

- Porque simplemente quiero que mi sobrina sea feliz- dije sonriendo de medio lado, ella me me miro y asintió- reúnete con ella en el cráneo de Balerion al anochecer.

Dicho eso me fui dejándola sola, esto solo acababa de comenzar haría que ella se fuera y dejara a mi sobrina en paz y le enseñaría a su padre que su querida y recta hija no era tal y como creía