Trono sabor lujuria

10- El consejo

Rhaenyra:

A la mañana siguiente me levante y Daemon no estaba a mi lado, supuse que se había ido temprano para que no nos pillaran juntos y que de paso había cambiado las sabanas y me había puesto un camisón

- Princesa- dijo una sirvienta haciendo una reverencia- el consejo la requiere.

 Me levante y me vistió, fui a la sala del consejo con sir criston cole pisándome los talones. Al entrar vi a mi padre sentado y a mi tío al lado, me senté en el sitió que habituaba en el consejo

- Padre- dije dándole un beso en la mejilla.- Para que requerías mi presencia?- pregunte algo extrañada.

 - Quería hablar con ambos de un rumor que ha llegado a mi recientemente- dijo mirándonos a los dos, yo levante una ceja y el prosiguió- se rumorea que estuvisteis en un burdel haciendo cosas... indecorosas- esto ultimo lo dijo mirando muy fijamente a Daemon

- Es cierto que fuimos a un burdel pero no hicimos nada- dijo mi tío, mi padre y yo lo miramos sorprendidos- le enseñe que el matrimonio no es meramente un sufrimiento y que puede disfrutar la vida. 

Después de eso mi padre simplemente asintió y le pido que se fuera, mi tío se retiro y mi padre se giro hacia mi con una mirada llena de preocupación

- Rhae no te ha hecho nada que no quisieras verdad? Se que es mi hermano y le quiero pero delante de el vas tu- dijo cogiéndome las manos, yo no entendía nada y simplemente sonreí

- No padre no me ha hecho nada, simplemente fuimos a dar una vuelta- dije sonriendo, apreciaba que se preocupara por mi.

- Mi niña siento no haber estado tanto contigo en este tiempo pero juro que eso va a cambiar-  dijo acariciándome las manos, yo simplemente asentí feliz y después de eso salí y me encontré a mi tío apoyado en una pared esperándome.

- Si que habéis tardado- dijo cogiéndome de la mano, al pasar por uno de los pasillos acciono un ladrillo y accedimos  a los pasadizos secretos, el me beso cogiéndome de la cintura

- No te he podido decir lo bella que te veías hoy con ese vestido- dijo mientras paseaba sus manos por mis curvas- note a don crispin con su mirada pegada a tu culo, debería hacerle entender que eres mía- dijo mientras besaba mi cuello, subió sus besos por mu mandíbula llegando a mis labios para besarlos con fuerza, yo enrolle mis brazos en su cuello y el bajo sus manos a mi culo y lo apretó sacándome un jadeo- no sabes cuanto me pone pensar que podría follarte contra esta pared- dijo mirándome con esa mirada hambrienta.

- Pues a que esperas?- dije desafiándolo, el volvió a besarme y empezó a deshacer los nudos de mi vestido para bajarlo por mis hombros y que quedara mi pecho al descubierto, el empezó a dejar besos en ellos, enrollando sus labios alrededor de mi pezón sensible haciéndome gemir. Yo aprete su cabeza mas contra mi y el bajo mi vestido por mis piernas para dejarme desnuda frente a el.

Le quite su camisa mientras el se desabrochaba el pantalón, se los bajo hasta medio muslo y me cogió por los muslos para impulsarme y que enrollara mis piernas a su alrededor para poder posicionar su miembro en mi entrada y entrar de una sola estocada, empezó un a dar estocadas lentas pero duras mientras me besaba y yo ahogaba mis gemidos en su boca, cuando sentí que me venia se lo hice saber y el acelero el ritmo haciéndome acabar sumida en un placer inmenso, el enterró su cabeza en mi cuello mientras entraba y salía de mi a un ritmo frenético, cuando sentí que el se tensaba saco su pola de mi para venirse, cuando recuperamos el aliento me ayudo a vestirme y dándonos un ultimo beso salimos de el pasillo cogidos de la mano.

Mientras íbamos dirección a el comedor una idea se atravesó en mi cabeza.

- Daemon podrías hacerme un favor?- el me miro y asintió- podrías enseñarme a combatir?- pregunte con esperanza. El me miro

- Haría lo que fuera por ti pequeño dragón- dijo eso y me dio un beso en mi frente para que seguido siguiéramos caminando.