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Mis pastillas, Mis pastillas!!! Argentina!!! - grito desesperado Chile mientras revolvía todo su cuarto.

México entro al oír el grito tan desesperado, casi tumbando la puerta.

Chile que sucede? - llegó hasta él en medio de todo ese desastre.

Dónde están?! - pregunto desesperado agarrando de su camisa.

De que me hablas? - les sostuvo de sus brazos - que te está pasando Chile ? - pregunto preocupado al notar que no podía sostenerse sólo, temblaba bastante y solo estaba vestido con una camisa bastante grande para ser de él.

Le miro detenidamente y vio un chupetón en su cuello.

Desconcertado y más que nada preocupado le abrazó.

Este apesar de pelear para  quererlo alejar no lo soltó y más lo abrazo hasta que rompió en llanto nuevamente.

Tuviste otro ataque verdad - comento con cariño, este asintió con miedo e impotencia.

No encuentro mis pastillas - dijo con dolor.

Chile... Prometiste no volver a tomarlas - le recordó - recuerdas que prometiste decirnos si pasaba algo así de nuevo - explico.

Pero está vez fue muy fuerte... Yo... Lo sentía... - apretaba sus puños con fuerza ante lo que sus emociones le causaban.

Ya - le volvió a abrazar con cariño - iremos a ver a la doctora pronto - comentó - le hablaré hoy si así lo prefieres para adelantar una cita -

No - soltó nervioso

Chile prometo que no te internaran otra vez - le tranquilizó

Aún así no, espero que no ocurra nuevamente - dijo más tranquilo - ya sabes que esto pasa una vez y después ya nada hasta mucho tiempo nuevamente - dijo tratando de convencerse

Dónde está Dominick? - pregunto México mirando alrededor

No he ido por él - agachó la cabeza decepcionado de él mismo

Lo tiene Argentina? - pregunto incrédulo.

Si - asintió enterrando se aún más en su miseria.

Quieres quedarte hoy con alguno de nosotros? - pregunto tranquilo

El volvió asentir con la cabeza.

Bien, vamos - se levantó con el aún abrazado - iremos por tu hijo y te quedarás hoy conmigo - le sonrió.

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Bajaron las escaleras pero aún así no quería soltarlo, chile aún no podía sostenerse y estaba completamente sudado su vestimenta solo consistía en esa camisa y cuando lo cargo apretándolo más a él pudo sentir un líquido salir de su cuerpo.

Preocupado y molesto iba con la idea de confrontar a su otra parte de apoyo.

Entro y le dejo en el sillón

Chile acabamos de salir de bañar - decía emocionado Argentina cargando a un pequeño niño como de dos años y medio - que sucede? - pregunto al ver la cara de molestia de su compañero.

México le miraba furioso.

Se acercó a él y le quitó el niño de no muy buena manera - que dijimos de intimar con él en medio de un ataque? - pregunto

Que? - pregunto deteniendo lo de su brazo - yo no hice lo que estás diciendo - aclaró no levantando la voz - eh estado con el niño en todo este tiempo - le miro a los ojos con una preocupación genuina en su mirada.

El cometa de mi deseo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora