Hoy amaneci con un fuerte dolor de cabeza, a veces creo que no descanso lo suficiente, pero quien me mando a ser una chica independiente ¡MALDITA SEA! Con tan solo abrir los ojos se que sera un día muy pesado; mi rutina empieza con higienizarme, desayunar y prepararme para el trabajo.
Sali de mi habitación dispuesta a preparar el desayuno hasta que me tope con alguien ¡Diablos! Lo habia olvidado, mi hermana paso la noche aquí. Escuche unas risas que provenian de la cocina, eran sus hijos, como pude olvidarlo
-Hola, hermanita-se acerca a darme un abrazo-¿Cómo amaneciste? Prepare el desayuno, vamos-tiro de mi mano para guiarme a la cocina, habia olvidado que siempre se comporto como una madre conmigo, por lo menos cuando se trataba de la comida.
-Claro-fue lo unico que pude responder.
-Dime ¿A qué hora vuelves a casa?-preguntó mientras servia la comida.
-A las 6 de la mañana, hoy me toca guardia-Mi hermana solo asintio-Y los niños...-Su mirada era de curiosidad sobre lo que iba a decir.
-¿Qué pasa con ellos?-No despegaba la mirada de mis ojos, puedo decir que era un poco intimidante.
-Deben extrañar a su papá-solté, senti que me ahogaba con esas palabras adentro-.Solo digo, ayer pasaron todo el día aquí-La verdad me encanta que esten en mi casa, pero cuando realizo guardias quiero estar tranquila antes de entrar al trabajo, espero que no se sienta ofendida.
-Si-suspira mientras bajo la mirada-Lo extrañan, pero pense que seria lindo que compartieran tiempo con su tía-sonrio-¿A caso nos estas echando, hermanita?-habló con un tono de burla.
-Como crees que seria capaz-dije juguetonamente-.Sabes que son bienvenidos cuando quieran- sonrei tomandole la mano-Se que lo extrañas cuando se va y no siempre puedo estar para tí-Ella hizo una leve presión en mi mano-Por eso son más que invitados, son mi familia y pueden quedarse el tiempo que quieran, Delfi-Le sonrie tiernamente para dejar su mano y volver a mi desayuno.
-Gracias-dijo un poco avergonzada, no le gustaba ser expuesta de esta manera-Se que cuento contigo hermana, pero ¿por qué estas tan cariñosa y dulce?-pregunto curiosa.
-Uff, tengo guardia y siempre me pongo un poco sensible, son horas sin dormir y recibir a pacientes con cada cosa que nadie espera-largue un suspiro de frustación, por esa razón, me gusta estar sola esos dias-rei para quitar la tensión, si es que la habia.
-Entiendo que indirectamente me estas echando-dijo divertida, ambas reirmos por eso-Aún así, no me ire-mostro una sonrisa triunfadora, como la detesto-Hare lo posible para que cuando vuelvas no oyas ningun ruido, pero apurate a desayunar, no quiero que llegues tarde al trabajo-dijo apurandome con las manos.
-Y ya te oiste a mamá, por favor vuelve rapido, Andrés-hice una seña de suplica, a lo cual ella rió.
-Ya me voy, insoportable-La mire entrecerando los ojos-.Termino de comer y me largo-Ella solo movio la cabeza en negación para evitar reirse.
Una vez que desayune me arregle, me despedi de los niños y me tome un taxi hacia el trabajo, porque de lo contrario llegaria tarde. Mientras, llegaba pude visualizar el hospital más grande y lujoso de Nueva York, nunca dejaria de apreciar su infraestructura, lastima que adentro sea otro mundo. Pude ver en la entrada dos ambulancias, significa que ya tendria papeleo.
-Hola, linda-saludo el famoso guardia era tan detestable como hermoso.
-Hola y ya te dije que no me llamaras así-hable enfrente de él, levantando una ceja.
-Solo digo lo que mis ojos ven-puso esa maldita sonrisa de lado, solo blanquie los ojos y entre al lugar no sin antes darle un sonrisa de despedida por el momento.
Entre a los vestidores, me cambie lo más rapido posible y recogi mi pelo con una coleta. Me dirigi hacia la sala de guardía para ver que me esperaba hoy, tan solo era las 12 del mediodia pero para los accidentes no hay hora ni día, solo suceden. Fui hasta la recepción donde estaban mis colegas.
-Hola, chicas-salude amablemente.
-Hola, querida-dijeron varias al insunio.
-¿Qué toca hoy?-dije forzando una sonrisa, una de las enfermeras me paso un monton de papeles, hoy todos ellos seran mis pacientes.
-¿Alguién en estado grave?¿Debo recibir la guardia de alguno?-La enfermera que estaba encargado de los papeles reviso en su computadora y negó con la cabeza-Perfecto, gracias. Las veo luego-di un ultimo saludo y me retire.
Pase por cada cama que separaba una cortina, para que los pacientes tengan más privacidad. Busque a mi primer paciente, habia muchos, unos con un leve golpe, otros con heridas graves y otros que solo necesitan suturación. Encontre a mi paciente, al abrir la cortina pude ver que era un señor aproximadamente de unos 80 años, mire rapidamente su formulario y me presente.
-Hola, Señor Miguel. Soy la enfermera Lucia-sonrei, mientras me dirigia hacia él-, digame ¿En que lo puedo ayudar hoy?
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LA VIDA PERFECTA
ChickLitLucia Rodriguez, una joven enfermera de 22 años que se dedica a su profesión entregando cuerpo, alma y toda su vida por completo. Jamás se dió lugar a fallar en el trabajo aunque significara perder toda su vida personal. Peter Strong, un guardia de...