Capítulo 4

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Hora: 01:00 am

Estar en su casa de alguna forma me relajaba, un ambiente tranquilo a comparación de donde anduve últimamente. Con los años consigues la demasiada confianza para estar en su sofá recostada en media madrugada esperando la comida que esta en proceso por parte de mi amigo. No era el mejor cocinero pero lo intentaba de alguna forma. Nuestras miradas se cruzaban por momentos, la complicidad y felicidad que nos transmitíamos no tenia palabras para expresarlo, admito que mi vista era hermosa, observarlo en la cocina preparando la comida y quemándose en el intento me causa gracia acompañado de ternura, cuando no podía evitar reír, giraba a mirarme fue en ese momento que nuestras risas se transformando en sonrisas que reflejaban el cariño que nos teniamos.
Llegaba a pensar si esa era la vida que tanto quería.

-¿Tía Lulú-Su voz de cansancio me hizo saltar del sofá, al ver a esa pequeña frotándose los ojos para despertar me causo ternura-¿Qué haces aquí?-Esa vocecita tan dulce hacia que me derritiera de amor, me acerque a ella y me coloque a su altura.

-Hola, princesa ¿Por qué despertaste?-La atrape en mis brazos para llevarla al sofá-Es muy tarde ¿tuviste una pesadilla?

-No encontré a mi papi-sonaba algo triste-. Todas las noches duermo con él, aunque siempre me deja en mi cama.

-Tu papi esta preparando algo de comida, podemos ver la tele hasta que se desocupe ¿Qué dices?-La niña solo asintió, así que busque unos dibujos animados que le encantan.

Paso una hora hasta que Peter terminó de preparar la comida, su pequeña hija se había dormido nuevamente, solo la acomode en el sofá, la intente llevar a su habitación, pero se negaba. Yo estaba un poco cansada, así que la acompañe en la siesta hasta que escuche un susurro y senti un empujón en mi cuerpo.

-Lu, Lu, despierta-era él, tocando mi hombro delicadamente-¿Qué paso?¿Por qué Cami esta en el sofá?-estaba asustado o esa parecía.

-Tranquilo-hable incorporándome a mi asiento-, solo no te encontró y bajo a buscarte, le dije que te podía esperar-solté un bostezo-. Intente llevarla a su habitación, pero se despertaba e insistia en que te esperaría. Debí avisarte, pero estabas ocupado-Le mostré una pequeña sonrisa.

-Esta bien, la llevare a su cuarto y bajo-giro para alcanzar a su hija, pero lo detuve tomando su mano.

-Déjala-fije mis ojos en los suyos-, seria lindo si nos acompaña-hizo presión en mi mano y se acerco hacia mi-¿Qué dices?-hable timidamente.

-Me rindo, estaré con mis chicas, no puedo pedir algo mejor-En mi rostro se formo una sonrisa enorme, solté su mano para que despertara a la niña.

-Se ven hermosos-Me dedico una sonrisa y volvió la vista hacia su hija.

...

Compartimos unos momentos lindos, reímos, cantamos, bailamos, nos burlamos de Peter y de su comida. Recordamos viejos momentos, posiblemente eran las 6 am cuando fuimos a acostar a Cami, no estaba segura si desayunaríamos, pero si de que la niña no despertara hasta el mediodía.

-Estoy agotada-dije apoyándome en la pared-. El tiempo paso volando.

-Coincido, no creó despertar en horas-levante mi lata de cerveza en señal de afirmación-Dame eso, es temprano y sigues tomando-intento arrebatármela, pero empecé a correr.

-¡No, Peter! Es mía, solo mía-abrazaba la lata como si fuera lo más preciado de mi vida-Déjame ser feliz-sentí un golpe en mi espalda, fue cuando me atrapo provocando nuestra caída al suelo-¡AUCH! Eso dolió-dije mientras giraba con dificultad para mirarlo.

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