Capitulo 33

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Desde que saque a Lucia de la base militar no paro de pensar en los problemas que provoque.

Conociendo la locura de Andrés, es capaz de ordenar un matanza por encontrarnos.

Sigo sin entender su empeño por tenerlos bajo su control, y hasta no recibir una explicación me niego a dejar a esas personas a la deriva.

Es mi hermano, la unica familia que me queda, me duele actuar a sus espaldas, sin embargo, somos diferentes. En lo personal jamás actue por impulso, soy de los sigue ordenes, normas dentro de la ley, por supuesto presencie injusticias pero es distinta la situación, se trata de nuestra amiga y un gran amor para mí, seria un infeliz si permitiera que la dañara.

Lastimosamente conozco los niveles de demencia de mi amigo, y su manera de accionar refleja que perdio los estribos no todos, aunque falta poco para que provoque estragos. Una vez que empieza, es imposible pararlo, más allá de si se arrepentira a él no le interesa, cuando se empeña con algo no dara su brazo a torcer, a pesar de que los resultados sean lamentables.

Por eso, debo cuidar de Lucia hasta que el episodio de Andrés desaparezca.

Ella no lo entiende, solo piensa en el niño y su amigo, quien ahora parece su novio. Y yo como un idiota arriesgando mi carrera profesional por esa mujer.

Aquí es donde demuestro mi verdadera amistad, es mi turno de ayudarla sin importar las circunstancias.

Que puedo decir, soy el imbecil mas grande del mundo. Palabras de mi querido amigo.

Después de hablar con Lucia y su evidente rechazo, me sorprendio no sentir dolor, fue una sorpresa.

Hemos pasado por idas y vueltas durante años, que cualquiera se cansaria. Y somos libres de reiniciar nuestras vidas con quien deseemos.

El amor no desaparece en días, pero se aprende a vivir con ello. Se aprende a no tener a la persona que amas a tu lado, compartiendo el resto de la vida con un desenlace maravilloso.

Lo senti con Marti, el real amor de mi vida, quien me enseño la belleza de amar y dejo una parte de ella conmigo.

Ahora vuelvo a sentirlo con Lucia, mi mejor amiga y mi segunda oportunidad.

Quiza el amor no es para mi o las mujeres de las que me enamoro estan destinadas a un proposito donde no formo parte.

Tantos pensamientos abruman mi cabeza, decidi salir a fuera del motel a tomar aire.

Alrededor de esta estructura solo hay una ruta, luego la misma nada.

Libres y lo suficientemente ocultos de Andrés.

—¡Soldado!

Escuche una voz detras de mi, voltee la cabeza para observar de quien se trataba.

—¿Necesitas algo, Nicholas?—pregunte distante.

Lo que menos queria en este momento era ver su rostro.

El tipo larga una carcajada con el fin de molestarme.

—Olvidemos las formalidades—palmea mi hombro con confianza.

Enarco la ceja sin entender a donde quiere llegar.

—Lucia y yo no tenemos nada—frunci el ceño ante su anuncio—Esta solterisima, aunque enamorada de un idiota que se apellida Strong ¿Lo conoces?—sonrie mostrando sus dientes ¿Qué le pasa a este idiota?

Guardo silencio, más bien no tengo idea que decir.

De todas formas sus palabras no cambian mi relación con Lucia, sino me lo dijo fue por alguna razón.

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