Capítulo 15

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-Debemos que hablar.

-Habla solo-esquive su cuerpo y seguí con mi camino.

-Lucia, deja que te explique como fueron las cosas.

-NO TE OIGO-grite mientras seguía mi paso.

-Te comportas como una niña.

-¡Gracias! Mejor ve en busca de una mujer.

-¡Carajo! Escúchame-agarró mi brazo con brutalidad provocando que volteé hacia él.

-Suéltame-musité.

-Iremos a casa y hablaremos ¿Entendiste?-impuso.

-¡Vete a la mierda, Strong!

-Lu, te pido que obedezcas

-Suéltame-hable con calma, logrando que suavice su agarre para liberarme-Es la última vez que me hablas de esa forma, Peter-amenace.

-Tienes que escucharme.

-¿Te parece la forma?-interrogue molesta.

-Lo siento, pero eres tan terca.

-Y tú un idiota, infiel y mentiroso-ataque con rencor.

-Me lo merezco, lo sé.

-Vamos a mi departamento, no me gusta los espectáculos a fuera de mi trabajo.

-Bien.

Seguimos el camino a pie en silencio, yo iba adelante del soldado para evitar entablar una conversación.

Una vez que llegamos, lo primero que hice fue servir un trago para juntar el valor de enfrentarlo.

-Por lo visto, has estado bebiendo-aportó al ver las botellas de alcohol vacías en la mesada que olvide tirar.

-Mi casa, mi vida, mis reglas-me defendí con arrogancia.

-Nunca tomaste tanto-agregó.

-Dime de una vez lo que querías.

-No tuve sexo con Roció.

-¿Debo felicitarte?-pregunte incrédula-Digamos que te creo, eso a mí no me cambia en nada.

-Linda, por favor perdóname.

-¿Por qué pides perdón?-inquirí con burla-Si lo haces, es porque sabes que hiciste algo.

-No, pero tu y yo...

-No hay un nosotros, Peter-interrumpí con fastidio-Nunca lo hubo y jamás lo abra.

-Soy consciente que fui el causante de arruinar la relación, pero intento arreglarlo.

-¿Cómo?¿Con tu parafraseo? No funcionara esta vez.

-Te amo-reí con cinismo ante su declaración.

-¿Alguna vez te dijeron que no hay peor enemigo que una mujer engañada?

-No-respondió con inseguridad.

-Mírame, puedo convertirme en lo peor de tu vida, puedo destrozarte en un segundo-sostuve su mandíbula, acercando nuestros rostros-Nada de eso me interesa, tú no me importas y eres libre de estar con Roció o cualquier otra mujer, pero olvídate de mí.

-Acepto perderte como la mujer que amo y amare, pero rechazo la idea de no tener tu amistad-declaró con firmeza.

-¿Ahora te importa la amistad?-interrogue con diversión mientras me alejaba.

-En serio ¿Quieres esto?¿Te agrada la idea de separarnos, de odiarnos?

-Voy a enloquecer con tu rol de victima-mencione exhausta.

-¿O conociste a alguien más?

-De verdad eres un idiota.

-Necesito saber si me amas o si hay otro.

-¡Y yo te necesite ese día! ¡El mismo día que metiste a tu amante a la casa, a donde tú me invitaste quedarme para cuidarte!

-También quiero hablar sobre eso ¿Qué fue lo que paso con mi auto?-cuestionó con duda.

-Te lo explique, pero seguramente estabas concentrando en la mentira que debías decir.

-Lucia, la mitad del auto esta abollado.

-¡QUISIERON MATARME, PETER!-exclame desesperada.

-¿Quién?

-No necesitas saberlo, ahora te invito a que te retires de mi casa-apunte hacia la puerta.

-Dame respuestas, todo es tan confuso.

-Pobrecito-fingí un tono afligido.

-Muñeca, me importas y no me iré hasta saber de que se trata todo esto.

-Primero, no vuelvas a llamarme "muñeca". Segundo, lárgate o llamare a la policía y diré que irrumpiste mi hogar.

Los ojos del hombre expresaban decepción, se retiro en silencio sin protestar a mi pedido.

Sentía tristeza, una parte de mi decía que fui dura con el soldado, pero el me engaño y no era la primera vez. A caso ¿Merece una segunda oportunidad?¿Estaba diciendo la verdad? Esas incógnitas solo quedaran en mi cabeza sin una respuesta agradable.

Escuche unos golpes en la puerta, lo cual hizo sobresaltarme, me dirigí hacia la misma cuando de repente se abrió con brutalidad. Por reflejo me cubrí con el antebrazo, no ayudo bastante al ver que unos desconocidos ingresaban, corrí hacia mi habitación y la cerré. Era un mal momento para tener puertas corredizas sin seguro, decidí ocultarme en el baño y trabe la entrada para ganar tiempo.

Tome el teléfono y marque a mi hermana pero no respondía, Peter tampoco lo hacia, y el maldito 911 estaba intervenido porque la llamada no entraba.

Oí un disparo, era la primera vez que escuchaba uno en persona, mi cuerpo se estremeció ante los ruidos que producían esas personas.

Posiblemente solo querían robarme, no entrarían al baño. O quizá era la persona que ocasiono el accidente la otra vez. Desconocía sus intenciones, y estaba completamente indefensa ante ellos.

Cerré los ojos con fuerza al sentir unos pasos cerca de la puerta, el picaporte sonaba por el intento de abrirlo. Escuche unos disparos, pero no eran hacia la puerta, mis piernas temblaban a medida que me ponía de píe y acercaba mi oído a la madera.

....

Luego de media hora, de no percibir ningún ruido salí de la pequeña habitación. Encontrándome con mi departamento completamente destruido, los muebles estaban rotos, mi ropa tirada en el suelo, observe dos agujeros en la cama, esos fueron los disparos que escuche; en la sala, el sofá tenia aberturas por todos lados, la pantalla del televisor estaba rota; mi cocina tenia las mismas características que las demás salas.

Volví a la habitación principal a buscar mis objetos de valor, el dinero se encontraba intacto pero faltaba toda mi documentación. Eso era peligroso, no les interesaba el dinero sino yo.

LA VIDA PERFECTADonde viven las historias. Descúbrelo ahora