Capítulo 2

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Hora: 06:00 am

Al fin termine mi turno, fue una jornada tranquila a comparación de otras pero no quita lo cansada que estoy. Me encuentro en los vestidores cambiando mi ropa para salir, cuando escuche la puerta abrirse, seguro es un compañero/a, lo que me llamo la atención es que no ingreso, gire para ver al autor de tal ruido, era él mirandome, aunque puedo decir que observaba con curiosidad cada parte de mi cuerpo.

¿Qué crees que haces?pregunte con una sonrisa juguetona.

—Admiro la vista—no pude evitar reir ante el comentario—¿Qué?¿Acaso piensas que miento?—negue con la cabeza, pero no podia quitar la sonrisa de mi cara, de manera lenta vi como se acercaba sin apartar su mirada de la mía.

No hay mucho que ver—dije, girandome para colocarme mi remeron—¡Ves!Todo normal—voltee para mirarlo y mi cuerpo choco con el suyo—¿Qué haces?—hable nerviosa por la situación, él no respondio, pero poso la palma de su mano en mi mejilla era un tacto delicado, no podia negar que me encantaba, sentia como mis mejillas ardian—Pensé que los guardias se vestian en otro sitio—note como formo una sonrisa de lado ¡Diablos estoy muriendo de los nervios!

Pensaste mal, muñeca—su cercania me ponia los nervios de punta—No van hacer vestuarios para cada sector del personal solo por ti linda—lo dijo en un tono sarcastisco, seguido de eso apreto una de mis mejillas.

¡Quitate!—Lo empuje suave, por suerte se hizo a un lado no sin antes dar una pequeña risa—No hacia falta y no vuelvas hacer lo mismo—hable autoritariamente, quiza la falta de sueño me estaba jugando en contra.

No tienes que enojarte, solo estaba jugando—iba a responder, pero cuando lo mire estaba sin su camisa, otra vez los pensamientos se nublaron.

Tienes que hacer eso enfrente mio—dije un poco alterada—Podias haber esperado a que me fuera—suspire frustada.

¿Es enserio?—habló riendo—Ves a un monton de hombres desnudos a diario, pero te alteras solo, porque me saque la camisa—Se echo a reir y no pude evitar sonrojarme, era verdad.

Lo siento, pero pudiste ser un poco considerado—mire para otro lado, mientras se sacaba los pantalones.

Te aseguro que lo soy, estoy quitando de tu mente todos esos cuerpos viejos, demacrados y ensangrentados que viste por este cuerpo hermoso que esta tallado...—Lo interrumpi.

—¿Tallado por los Dioses?—Me rei al terminar de hablar—Vaya que tienes un autoestima por las nubes, Peter—Me miro serio—Solo ponte esos malditos pantalones y tu remera—voltee para agarrar mi bolso, pero hizo un agarre fuerte en mi brazo haciendome girar.

¿Nos vamos juntos?¿O hasta cuando te vas a seguir comportando de esta manera?—su rostro no habia cambiado seguia teniendo esa mirada seria ahora clavada en mis ojos, su agarre cada vez se hizo más suave, pero otra vez nuestros rostros estaban enfrentados, eramos capaz de escuchar la respiración del otro.

Tengo sueño—ví que hizo una pequeña sonrisa, lo cual me animo—Lo siento, hoy me voy sola—hable con cuidado, para evitar que se enfadara por mi rechazo.

¿Qué sucede?¿Esta todo bien?—El tono de sus palabras era dulce, lo cual me tranquilizaba, así es mi mejor amigo, gentil, tierno y comprensivo.

Mi hermana—hice una pausa, mire para el costado, pero coloco su mano suavemente en mi menton haciendo que devolviera la mirada a donde estaba—Se está quedando en casa, con mis sobrinos; mi cuñado esta de viaje y ella simplemente no quiere aislarse en su casa hasta que vuelva.

¡Ella no se aisla!—exclámo— Trabaja todos los días y vuelve a casa con sus niños—habló como si le doleria lo que habia dicho, puse mi mano en su mejilla, para que prestara atención.

No me malinterpretes, pero no quiere ser la esposa que cuando vuelve su marido y le pregunte¿Qué hiciste estas semanas, amor? Su respuesta solo sea trabaje y cuide a los niños— cambio su mirada, no podia decifrar que queria decir—.Es libre de salir, de visitarme o hacer lo que se le de en gana—acaricie de manera sutil su mejilla, para que no apartara su vista de mí—.Andrés la trata como una reina y es feliz, pero el que realiza viajes todos los meses es él y ella es la que se queda en casa con sus hijos ¿Por qué hay que cuestinar lo que quiera hacer?—Nuestras miradas eran tensas.

No quise hacerlo, solo que...— empezo a dudar de las palabras que intentaba decir, coloque mi dedo indice en sus labios y me miro atento.

Lo sé—mi tono era suave, quiza ya deseaba terminar con esta conversación—, Andrés es tu amigo y puedo decir que también mío, lo cuál me sorprende el echo que no sabias de su viaje, en fin, es un buen hombre, un buen esposo, seguramente un buen padre, pero claramente un pesimo amigo— hable en un tono sarcastico al último, me aleje de él rompiendo el agarre—¿Te vas a poner los pantalones o seguiras desnudo?—mire con una sonrisa divertida.

Eres tremenda, te lo han dicho
—agarro su pantalón y rapidamente se empezo a vestir—Esperame te llevo a casa—fue un tono autoritario, estaba dandome una orden.

¿Disculpa?—rei pero su cara era de confusión—¿Me estas dando una orden, Peter Strong?—levante la ceja, esperando su respuesta.

Vamos, no te ofendas—hizo una seña suplicando, a lo cual no pude evitar reir—. Estas cansada, hiciste un turno de 16 horas, una locura si se puede decir—se acerco a mi con su mochila en la espalda y sujeto mi mano—No me digas que iras en metro, porque no lo permitire, te dormiras y creeme está véz no ire a buscarte—sólo reí, era verdad, una buena anecdota para contar; aprete su mano y me acerque hacia él.

Gracias—una sonrisa se formo en el rostro de ambos—¿Qué haria yo sin mi mejor amigo?—fue una burla pero no podiamos evitarlo ese era nuestro trato, acaricie su mejilla con la mano libre—Nos vamos.

¡Gane!—hizo un pequeño grito al cual solo reí, era un tonto, pero uno lindo.

....

Ambos fuimos callados la mayor parte del tiempo, estabamos cerca de casa cuando decidi hablar.

Perdón—Me miro de reojo, no entendia a que me referia—No debi hablar tan libremente de mi hermana y en parte cuestinar los viajes de Andrés, se que es su trabajo. Sabes perfectamente que no soy así—suspire luego de largar todo y lo mire para esperar una respuesta.

Fue la falta de sueño, nos afecto a ambos—reimos nerviosamente los dos—. Yo me comporte como un idiota—esta vez era yo la que no entendia a que se referia—, no debi entrar a los vestuarios y quedarme mirandote para luego hacer un acercamiento en el que desconozco si te sentiste comoda—No despegue mi mirada de él, lo estaba poniendo nervioso hizo un tos falsa—. Tampoco debi ser tan descarado al invitarte a que nos vayamos juntos y preguntar porque, solo ...—dio un suspiro tratando de mirar a los lados por sus nervios.

Esta bien, Peter—coloque mi mano en su hombro—Somos amigos y creo que quisiste decir a dormir juntos—abrio los ojos más grande de lo usual, me causo mucha gracia, aunque evite reirme—. Tranquilo, solo paso unas cuantas veces y no hicimos nada—hable obviamente para relajarlo—. Te trate mal, además solo viste la parte superior de mi cuerpo, no es algo nuevo para nosotros—fije mi mirada a la carretera—, pero debo decir que si me hiciste un favor, tu cuerpo perfecto hizo que me olvidara de todo lo que vi hoy—sonrie de manera descarada, se sonrojo lo pude notar; el auto se detuvo de golpe y me miro.

Llegamos—fue todo lo que dijo, adoraba cuando lo ponia nervioso—.Que descanses, muñeca—se inclino para besar mi mejilla, respondi al gesto de la misma manera.

Adios Peter, saludame a Cami—di un leve apreton en su hombro, seguido de eso baje del auto y entre al edificio.

LA VIDA PERFECTADonde viven las historias. Descúbrelo ahora