Capítulo 6

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- ¿Entonces, cómo te fue? - Wendy le preguntó a Irene unos minutos después de que se quedaran solas. Ella y Seulgi habían regresado y Seulgi subió directamente las escaleras, sin siquiera saludar a la rubia.

Irene simplemente levantó la vista del vino que estaba sirviendo y miró a Wendy.

- ¡¿Oh, qué bien?! - Wendy rió sarcásticamente antes de que su tono cambiara. - Lo siento

- No te preocupes por eso. No fue tan malo - Irene admitió. - Simplemente se derrumbó un poco porque su auto no se arreglará hasta dentro de una semana - Explicó Irene.

- ¿Oh por qué? - Preguntó Wendy, sirviéndose un vaso de tinto.

- Se acabaron las suspensiones, necesitan pedir piezas específicas para su auto antes de poder arreglarlo - Irene repitió lo que Kai les había dicho.

- Oh, supongo que es por eso que está de mal humor entonces - Wendy se encogió de hombros. Irene no dijo más, sabiendo la verdadera razón detrás del evidente estado de ánimo de Seulgi. Tomó un gran trago de su vino tinto.

- ¿Dónde está Joy? - Irene preguntó, no había visto a la pelirroja desde hace un par de días.

- Llegó hace aproximadamente media hora y se acostó. Me imagino que se ha quedado dormida - Se rió Wendy - Ha bebido su peso corporal en alcohol este fin de semana.

- Su pobre hígado - Se rió Irene

- Cuéntame sobre eso

Notaron que Seulgi entraba a la cocina y dejaron de hablar, bebiendo su vino en silencio.

Seulgi agarró la botella de tinto de la mesa y se sirvió una copa más que generosa.

- ¡Hola Seul! - Wendy saludó.

- Hola Wen, ¿estás bien? - Seulgi le dio a Wendy una sonrisa cansada pero cálida. Irene sintió una punzada de celos al mirar a la pareja. No entendía por qué Seulgi no le sonreía ni entablaba ningún tipo de conversación con ella, pero, de nuevo, ¿por qué le molestaba?

- Estoy bien, gracias. Entonces, ¿qué está pasando con tu auto?

- Pregúntale a Irene, probablemente sepa más que yo - Seulgi tomó un gran trago de vino antes de continuar. - Ella y el mecánico deberían haber reservado una habitación de hotel.

- ¡¿Qué?! - Wendy se giró para mirar a la pelinegra con una gran sonrisa en su rostro.

- No fue nada. Solo hablamos, eso es todo.

- Sí, y él te dio su número

- ¡De ninguna manera! - Wendy casi chilló. Irene frunció el ceño a Seulgi y obtuvo una sonrisa a cambio mientras se llevaba la copa de vino a los labios. - Bueno, ¡supongo que el viaje valió la pena! - Wendy le guiñó un ojo a Irene, lo que provocó un gemido de la pelinegra.

- Entonces, ¿vas a llamarlo? - Seulgi preguntó, levantando las cejas.

- No lo sé

- Creo que deberías - Dijo Wendy.

- ¿Por qué? - Preguntaron Irene y Seulgi al unísono. Wendy hizo una pausa y las miró con desconfianza por un segundo antes de continuar.

- Bueno, eres nueva por aquí. Será bueno hacer un nuevo amigo o... - Wendy guiñó un ojo.

- Tal vez

- ¿Con ese pervertido? Genial - Seulgi puso los ojos en blanco.

- ¿Pervertido? - Wendy cuestionó a la morena.

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