Capítulo 10

320 35 2
                                    

- Oye - sonrió Irene mientras caminaba hacia el mostrador del café en el que trabajaba Seulgi.

- Oye - Seulgi levantó la vista desde detrás del mostrador. Miró a Irene de arriba abajo mientras se acercaba. Volvió la sensación familiar del estómago de Irene dando vueltas.

- ¿No estas ocupada?- Irene preguntó.

- No, por lo general está tranquilo hasta la hora del almuerzo. ¿Qué haces aquí? - preguntó Seulgi.

- Tenía una gran necesidad de un café y pensé en venir a saludar - La pelinegra sonrió, sintiéndose de repente un poco estúpida por admitir la última parte.

- Oh, claro - Seulgi se encogió de hombros y comenzó a preparar lo que habitualmente pedia la pelinegra. Irene quería ver a Seulgi más que tomar el café, solo pensó que sería una buena excusa para aparecer. No había visto mucho a la morena desde la última vez que se acostaron juntas. Seulgi volvió con el café e Irene lo pagó.

Cuando Seulgi volvió al mostrador, se inclinó, cerrando el espacio entre ellas y mirándola a los ojos. - No puedes dejar de pensar en mí, ¿verdad? - Seulgi sonrió, sabía lo que Irene estaba pensando y lo disfrutó. De repente la pelinegra se puso nerviosa.

Irene trató de reír pero en cambio se sonrojó y rompió el contacto visual. La confianza inquebrantable de Seulgi la ponía nerviosa y nadie más ponía nerviosa a Irene. Esta morena tenía sus maneras. Sin embargo, Seulgi tenía razón; Irene no podía dejar de pensar en ella. Apenas hablaron, pero Irene sabía que Seulgi ciertamente no era de hablar.

Antes de que pudiera responder, fue interrumpida por Joy en voz alta, corriendo hacia el mostrador.

- Seulgi, ​​necesito café - Parecía hecha polvo. Seulgi se puso a trabajar de inmediato.

- ¿Otra vez con resaca Joy ? - Irene se rió.

- No sé por qué me lo hago a mí misma

- Yo tampoco - Se rió la pelinegra, sorbiendo su propio café.

- Hola, Seul. ¿Vienes este fin de semana?- Joy preguntó.

- ¿Ir a dónde? - Seulgi preguntó, confundida mientras regresaba con un café fuerte para Joy

- La competencia de Irene - sonrió, aceptando agradecida el café. Irene trató de decirle a Joy que se callara abriendo mucho los ojos y sacudiendo ligeramente la cabeza. La pelirroja no hizo caso.

- ¿Competencia? ¿Qué competencia?

- ¿No te lo dijo? La mamá de Irene traerá uno de sus saltadores para que Irene compita.

- No, ella no me lo dijo - Seulgi se encogió de hombros, mirando a Irene

Irene no se había molestado en decírselo a Seulgi. Supuso que no tendría ningún interés. Les había mencionado brevemente a Joy y Wendy que competiría el fin de semana, pero no esperaba que quisieran acompañarla. Por lo general, nunca tuvo mucho apoyo con su equitación, solo de su madre. Ella era su mayor admiradora.

- ¿No sabía que montabas a caballo? - Seulgi dirigió la pregunta a Irene

- Hay muchas cosas que no sabes sobre mí - se encogió de hombros - Mi madre tiene un patio con caballos saltadores de premios. Algunos son míos y compito con ellos.

- ¿Desde cuando?

- ¿Desde que tenía como 4 años? Lo sabrías si realmente te tomaras el tiempo para conocerme - Irene la fulminó con la mirada.

Love Is The Way Donde viven las historias. Descúbrelo ahora