Capítulo 17

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Irene se despertó de mal humor, habiendo pasado la mayor parte de la noche despierta pensando en Seulgi, había tratado de no hacerlo, había intentado borrar cualquier pensamiento sobre la morena y su insípido novio de su mente, pero fue en vano. Se había ido a la cama temprano, no queriendo enfrentarse a Seulgi si hubiera vuelto a casa con Jimin.

Pensó en la mañana anterior en la que se había despertado sintiéndose en la cima del mundo con Seulgi a su lado. Había tenido la mejor noche de sueño en mucho tiempo y se sentía genuinamente feliz.

Se levantó, dándose cuenta de que tarde o temprano tendría que enfrentar la situación, la puerta del dormitorio de Seulgi abierta le dijo que ya debía estar despierta, bajó las escaleras y se dirigió directamente a la cocina para tomar su dosis de café requerida por la mañana.

- Te levantaste temprano - Señaló Irene cuando vio a Joy desplomada en la isla de la cocina - ¿Dónde está Wendy?

- Ella ya salió. Nadie debería estar despierto a esta hora - se quejó la pelirroja

- Entonces, ¿por qué lo estás? - Irene se rió, preparando su taza.

- Una de mis conferencias se cambió de esta tarde - Se quejó Joy mientras comenzaba a preparar sus cosas para llevarlas a la universidad.

- ¿Cómo crees que nos sentimos todos? - Irene se rió - No todos podemos darnos el lujo de tener conferencias por la tarde y por la noche.

- Cierto - estuvo de acuerdo Joy. - ¿Por qué estás despierta de todos modos?"

- Oh, ya sabes... simplemente no podía dormir - murmuró, su estado de ánimo levemente mejorado fue reemplazado inmediatamente por el mal en el que se despertó por el recordatorio involuntario.

Irene revolvió su café - Entonces, ¿Jimin se quedó a dormir anoche? - preguntó ella, intentando sonar indiferente.

- No - respondió Joy. Irene sintió que una sensación de alivio la invadía. Se preguntó si ella tenía algo que ver con eso o si realmente había seguido adelante con lo que fuera que estaba 'resolviendo' con Jimin' - Pero... - continuó Joy - Ella no vino a casa anoche, así que solo puedo suponer que se quedó en su casa.

Irene sintió que su corazón se hundió. La esperanza que experimentó duró muy poco. Trató de no mostrar ningún tipo de emoción a Joy mientras respondía.

- Para ser honesta, estaba bastante sorprendida. Esperaba que ella regresara temprano en todo caso, ya que estaba molesta con él cuando se fue anoche

- Sí, aunque no me sorprende. Todo lo que hace es mirarla como si fuera un pedazo de carne.

- Él siempre ha sido así, me asusta un poco, si soy honesta, no odiaría tener a alguien mirándome y prácticamente salivando - Joy se rió - Sin embargo, lo hace con otras chicas, por eso Seulgi se enoja tanto.

- No entiendo su relación en absoluto - tarareó Irene distraídamente.

- No creo que alguien lo haga. No creo que lo hagan ellos mismos - Joy se rió entre dientes. - Bien, me voy. Hasta luego...

- Adiós, Joy

Irene la vio irse antes de ordenar la cocina y decidir volver arriba, pero antes de que tuviera la oportunidad, escuchó que abrían la puerta principal. Se congeló por una fracción de segundo, preguntándose si tendría suficiente tiempo para correr escaleras arriba sin ser vista. Sabía quién estaba al otro lado de esa puerta y no estaba segura de estar lista para enfrentarla. Sin embargo, antes de que pudiera terminar de contemplar su decisión, la puerta se abrió y se encontró frente a Seulgi.

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