Love Is The Way

Capítulo 19

Irene había dudado entre ir a casa o subirse a un avión e irse a otra parte. Al final, había decidido que lo mejor que podía hacer era irse a casa, así que eso fue lo que hizo. Después de todo, no necesitaba su maleta llena de cosas, ya que tenía todo ahí, pero supuso que eso añadía efecto al hecho de que dejaría atrás a Seulgi.

Odiaba mentirles a Wendy y Joy cuando le habían enviado un mensaje para preguntarle dónde estaba y por qué se había ido. Les dijo que echaba de menos su casa y que volvería pronto. Parecían conformarse con esto, pero aún así le enviaban mensajes de texto a menudo durante las semanas que había estado fuera de Seúl. Había disfrutado estar en casa, le dio la oportunidad de respirar y pensar sin que Seulgi estuviera a la vuelta de cada esquina.

Decir que la familia de Irene se sorprendió cuando apareció en la puerta era quedarse corto. Ella les dijo que quería sorprenderlos. Su madre estaba en la luna, su padre no mostró ninguna emoción como se esperaba y Karina, bueno, no estaba tan convencida de que Irene acababa de aparecer en casa para sorprenderlos.

Irene se había puesto en contacto con algunos compañeros para obtener notas de clase y asegurarse de que se mantuviera al día con el trabajo y así evitar perderse algo importante.

Durante los primeros días que Irene estuvo en casa, recibió innumerables mensajes de texto de Seulgi, ​​rogándole que volviera a casa. Irene no respondió a ninguno y, finalmente,  Seulgi dejó de enviar mensajes. Odiaba admitirlo, pero cuando Seulgi dejó de enviarle mensajes, comenzó a extrañarla, pero lo último que quería era que la absorbieran de nuevo. No volvería a caer en la trampa. Sabía que tenía que seguir adelante y superarlo. No iba a poder esconderse en casa para siempre. Irene había considerado la idea de vivir en otro lugar, pero no quería las preguntas de Joy y Wendy, decidió que no sería justo que las dejaran en la oscuridad. No iba a dejar que Seulgi la viera vacilar.

- Rene, ¿vienes a dar un paseo? - Karina llamó a través de los establos donde Irene había estado cepillando a Rocinante durante la última media hora.

- Claro - respondió Irene antes de recoger su tachuela y preparar a Rocinante.

Echaron a andar por el camino de herradura, era un día cálido y el sol entraba a raudales por los huecos de la sombra de los árboles.

- Entonces, ¿vas a decirme qué está pasando? -  preguntó Karina, directo al grano.

- ¿Qué quieres decir? - Irene se hizo la tonta.

- ¿Por qué demonios querrías volver aquí como una 'sorpresa'? Quieres estar lo más lejos posible de papá.

Irene sopesó los pros y los contras de decírselo a Karina en su mente.

- Solo quería alejarme un poco de todo el drama, eso es todo

- ¿Qué tipo de drama?

- Solo... drama

- ¿Drama de relación?

- Rina...

- Vamos, cuéntaselo todo a tu hermana menor.

- Karina -  Irene puso los ojos en blanco.

- Vamos, quiero un chisme jugoso.

- No te voy a decir si lo vas a llamar chisme jugoso - Irene  puso los ojos en blanco.

- Vamos, René -  se quejó Karina

- Te diré algo, te llevaré a la cima del camino de herradura, si ganas, te lo diré.

- Estás muerta - sonrió Karina - ¿Te das cuenta de que soy yo el que monta un ex corredor?

- Oye! , yo le tengo toda la fe a Rocinante -  se rió Irene- ¿Lista?