Sempiternal: Contaminated || BOOK 3#

18. División de lugares

—Nunca creí que me iba a parecer tan bueno estar dentro de un colegio. —admite Jin tomando cuadernos vacíos, lápices y demás instrumentos que le urgen. Después de todo, necesita saber el nombre de todo el mundo, marcar los horarios en los que estarán.

Hacer el favor de ponerlos en todos lados para ayudar a que se ubiquen en lo que harán. Con el revuelo que fue, es imposible estar al pendiente. Jin no deja de refunfuñar ¿Por qué Jungkook dijo todas esas tonterías para ordenarlos? ¿Quién le dio permiso siquiera? Es decir, funciona y está bien, pero ¿¡Por qué justo él como administrador!? Nada le da más fastidio que esto.

Está seguro de que a Hoseok le iría mejor. Él organiza todo, todo el tiempo. También le gusta esta clase de cositas tontas como poner dibujos y así.

— ¿No piensas decirle nada? —pregunta Jin entre refunfuños. Namjoon niega con la cabeza.

—No va a servir de nada. De todos modos, tampoco es un orden diferente al que hemos tenido usual. También tuvo cierto cuidado en donde poner a todos.

— ¿Ah?

—Si Yoongi se queda mucho tiempo encerrado, va a deprimirse y sentirse mal; está bloqueado, no puede escribir nada, tampoco hay instrumentos, no puede hacer ruido. Sacarlo a tener algo qué hacer por más riesgoso que pueda terminar, es lo mejor para él—Señala Namjoon. Jin sorbe entre dientes, balanceando la cabeza—. Hoseok no puede salir por ser infeccioso y además de eso, tampoco va a tener fuerza para hacerlo, tampoco va a estar todo el día sentado; Taehyung prefiere estar dentro, entrenar a los perros, ayudar con los niños...

—Ya entendí que en secreto está haciéndolo fenomenal—Cierra con fuerza el armario y gira hacia Namjoon—. De todos modos, ya me basta con que tú decidieras solo una cosa tan vital como no ir a Gimpo. El próximo que haga una decisión a solas e involucre a todos, lo voy a dejar castigado en una esquina. —Advierte Jin y Namjoon encoge de hombros.

—Algunas veces hace falta. —Es lo único que dice Namjoon a favor de lo que hizo.

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— ¿A dónde crees que vas? —pregunta Yoongi con voz aburrida, recostado en el borde de la puerta y viendo a Jungkook amarrarse las botas.

—Afuera.

—Eso es bastante evidente, pero ¿Por qué piensas salir? —Reformula la pregunta, sabiendo que Jungkook seguirá dando respuestas tontas.

—Ver el lugar, qué vamos a encontrar, si hay supermercados. Esa clase de cosas. —responde Jungkook poniéndose de pie. Se ajusta los guantes de cuero gastados. Yoongi blanquea los ojos.

—No vas a salir hoy—advierte el mayor, Jungkook frunce el entrecejo—. No tenemos todo el día. Solo hasta el anochecer y aún hay mucho que ordenar por aquí—aclara Yoongi y Jungkook rueda los ojos, dispuesto a pasarlo de largo—. Haber decidido qué haremos no te da la libertad de ir y venir cuando quieras. Todo lo contrario. Cometiste el tonto error de ponerme contigo y sin mí, no sales.

—No lo hice para que viajáramos juntos. Sino cada uno por su lado para cubrir más terreno—refunfuña Jungkook, enfurruñado de que Yoongi quiera manejarlo a su gusto ¡No era su idea en lo absoluto! —. Volveré rápido. Aun es muy temprano.

—No. Te quedas y vienes conmigo, necesito que ordenes el lugar que usaré. Apúrate. —incita Yoongi, irguiéndose y caminando por el pasillo. Jungkook da un quejido frustrado y le sigue, arrastrando los pies y de mala gana.

No obstante, es Yoongi. Desobedecerlo y estar de malas pulgas con él solo será peor a lo que ya hay entre todos.

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