Sempiternal: Contaminated || BOOK 3#

3. Planteamientos para el futuro

Da vistazos ocasionales a la derecha, dónde Jungkook come apartado del resto del grupo. No es poco usual. La situación no ha cambiado su timidez. Podría decirse que es todo lo contrario. Namjoon se muerde las mejillas con la cabeza hacia el frente ¿Cómo hablar con él? Incluso si trata de no explotar a la mínima, Jungkook es bastante arisco y busca de enojarlo. Atacarlo en los puntos que le duelen y así impedir que la discusión se estire. Nunca había tenido este problema antes. Jungkook es sobradamente tranquilo con él.

También debe admitir que Jungkook en su tonto enamoramiento de cachorro permitía poner cualquier idea y recibir su apoyo. Fuese o no una mala idea, el apoyo de Jungkook estaría asegurado. Haber perdido sus privilegios es un peso que se suma a los muchos más en su haber. Taehyung se sienta junto a Namjoon, abrigándose con una enorme manta encima suyo.

—No está comiendo mucho.

— ¿Huh? —Namjoon gira hacia Taehyung, quien está pendiente de Jungkook.

—No tomó mucha comida y aun así está tardando mucho en comer—dice Taehyung que tiembla y se aprieta en sí mismo—. Pasa todo el tiempo ahora y me preocupa.

— Siempre come bien. Lo normal. —señala Namjoon y Taehyung niega con la cabeza.

— Cada vez que encara infectados o los mata, no come mucho. Cada vez que salíamos del foso, tenía que darle de comer porque él no quería hacerlo—explica Taehyung en voz baja y abre los brazos para recibir a Yeontan. Su perro mimado y lleno de frío por culpa del mal corte que le hicieron. Ninguno aquí fue peluquero perruno. Namjoon frunce las cejas, intentando hacer memoria en lo que Taehyung chuchea a su mascota—. No sé por qué es de esa manera, pero se está volviendo muy seguido y empieza a adelgazar.

— ¿Y no te ha dado ninguna pista?

—No. No hemos hablado de eso.

Namjoon siente que indirectamente, Taehyung le está dando una forma de acercarse a Jungkook. Un tema de conversación que no sea Jimin y al mismo tiempo pueda ayudar a restaurar así sea un poco lo que tenían. Estar peleados y separados es terrible. Mucho peor ahora dónde les urge sentir que tienen a alguien. Que no están solos. Jungkook es bastante desligado a veces, no así interiormente. Le encanta tenerlos cerca. La compañía es casi urgente para él. Aun así aquí está, aislado de los demás como un paria.

La hora de comer termina, todos se desperdigan a lo largo del tren. De ese modo el calor que generen no atraerá otra manada. Cómo se costumbre, ellos toman un vagón entero y así tener su privacidad. Jungkook se mantiene en la entrada del vagón siguiente. Está vacío y puede usarlo si quiere. Cabecea los ojos entrecerrados, sentado en uno de los puestos azules y viendo a la ventana cubierta con tela. La penumbra absoluta lo inquieta y produce escalofríos.

El frío, de forma increíble, se cuela por las mínimas rendijas abiertas para no asfixiarse dentro del tren. Da una exclamación silenciosa por sentir a alguien lado suyo.

—No comiste mucho. —Namjoon va directo a ese punto. Antes de que Jungkook dé algún comentario desatinado y pretenda iniciar otra pelea verbal. El más joven encoge de hombros.

—No tenía mucha hambre. —excusa desinteresado. Namjoon se desliza un poco en el asiento.

—Me extraña, considerando que ayer tampoco comiste mucho en ningún momento del día—dice Namjoon. Dando por sentado que las palabras de Taehyung son ciertas. Ayer también lidiaron con infectados. Por lo tanto, Jungkook consumió una ración pobre de alimentos—. Estás dejando de comer desde hace un tiempo.

— ¿Y a ti que te importa?

Namjoon decide no responder a esa pregunta. Traería solo una discusión. Jungkook tirita de frio y se frota las manos, sintiéndolas llenas de cayos y con la piel rasposa. Namjoon rompe el silencio de nuevo: