Capítulo 7

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-¿Qué te parece aquí, mi Luna? -cuestiona Alex cuando estuvimos en el techo de la casa.

Me asomé por el borde y sonreí ampliamente por la brisa fresca y la gran vista que me daba esta zona de la casa, mejor que el de la terraza.

-¡Sí! Es perfecto.

-Bien, entonces pediré que traigan tus cosas.

-Gracias, Alex -él me sonríe con un brillo en los ojos, toma mi mano y besa mis nudillos haciéndome sonrojar.

-Tu alegría es la mía, princesa. Pide lo que quieras y te será concedido.

-No tienes que hacerlo, ya estoy feliz con esto.

Él asiente y fue a hablar con los demás para traer las cosas. Estaba buscando un lugar que me diera inspiración para dibujar, me encanta hacerlo. Más pintar con pinceles y pinturas, recuerdo que le hacía siempre algún dibujo a mi mamá y ella los guardaba todos. Ahora que descubrí que me gusta el arte digital de igual forma hago los dos. Y este lugar es perfecto para plasmar en ambos tipos de arte.

Miré hacia atrás cuando escuché movimiento y vi entonces a los de servicio trayendo mis atriles, lienzos, pinturas y todo lo relacionado.

-Luna, ¿dónde quiere que coloquemos esto? -pregunta una de ellas.

-Por aquí.

Les enseñé donde iría cada cosa. Ellos lo acomodan todo y yo agradecí por su ayuda. Habíamos puesto alfombras y asientos además de mesitas y luces para ayudarme a ambientar el lugar. Terminamos todo esto para el atardecer y yo aspiré profundo y me decidí; agarré y coloqué un lienzo en el atril. Preparé mis pinturas y me senté en el asiento frente al lienzo para empezar a hacer trazos y demás.

No tardé en mancharme las manos junto al rostro por querer quitarme un cabello que estorbaba en mis ojos justamente con mis manos manchadas. No me importaba, era feliz en este momento, recordando mi arte y plasmándolo de nuevo. Terminé mi pintura de aquel atardecer sobre la manada y la observé con orgullo.

-Tienes un don realmente hermoso.

Me giré sonriendo viendo a Alex atrás de mí mirando mi obra con una sonrisa plasmada en el rostro.

-Gracias... y por darme estas cosas también.

Sorpresivamente besa mi cabeza pero se sintió lindo, por lo que sonreí. No tenía ni idea de si estos agradables sentimientos eran a causa de aquel vínculo de Mates o... porque realmente Alex era alguien tan agradable como compañero. Si mi madre no me hubiera puesto como su Mate, envidiaría a la que habría estado en mi lugar, pero tendría suerte.

-¿Quieres comer en la mesa o pido que te traigan la cena aquí?

-Hm... me limpio y voy abajo. Así tú no cenas solo.

-Que pienses en mí me hace sentir mejor.

Sonríe al igual que yo. Agarré mi pintura y la puse en mi nuevo lugar en donde pondría a secar las pinturas que haga. Alex me espera para bajar y yo fui directo a la ducha. Me quité toda la pintura que me fue posible y me cambié por mi pijama, aunque solo fue la ropa interior y el short, pero seguía usando las remeras de Alex. Realmente son muy cómodas.

-Ya estoy -anuncié cuando llegué al comedor donde vi a Jackson y Alex.

-Entonces siéntate y comamos -me sonríe Alex.

Hice aquello, sentándome junto a Alex y empezando a comer. Jackson me mira un segundo pero no tarda en hablar.

-Te has acostumbrado rápido, para ser una humana. Y ni siquiera has intentado escapar ni una vez, a comparación de otros casos.

-Sí, bueno... no me dieron ni una razón por la que deba escapar, ¿no? Quiero decir, no causan miedo como otros suelen pensar.

A veces amo mi capacidad de inventar respuestas en menos de dos segundos. Aquello pareció convencer a ambos chicos y me hizo suspirar aliviada a mí. La cena transcurre en silencio pero entonces pude sentir por fin la falta de dos personas, y fue cuando finalmente se me dio por pensar en los padres de estos dos hermanos. Sé que la mayoría deja de vivir con sus hijos una vez que el mayor asume el cargo de Alpha... pero normalmente sucede lo mismo con los hermanos, ellos se van con sus padres.

-Tengo una pregunta... -comenté.

-¿Qué sucede, mi Luna? -pregunta Alex.

-Y perdón si soy muy directa pero... ¿Dónde están sus padres?

Ambos hermanos se detienen de golpe y yo sentí al instante que no debí de haber preguntado sobre eso. A veces también odio mi curiosidad...

-He terminado. -Jackson se levanta con la cabeza agachada y se aleja. Yo lo miré confundida pero sintiéndome mal por haber abierto la boca.

-Yo... Lo siento, no debí...

Alex apoya su mano sobre la mía encima la mesa, me sonríe para calmar mi malestar y culpa.

-No te preocupes, mi Luna. Solo... el tema de nuestros padres es algo delicado para Jackson, no le gusta escuchar sobre eso.

Quería preguntar "¿por qué?" Pero simplemente no quería embarrarla más. Así que solo asentí comprendiendo.

-Termina de comer, apenas has tocado la comida.

-Es que... soy de comer poco -respondí, lo cual era verdad.

-Comprendo, pero aún así debes comer un poco más aunque sea.

-Está bien, lo haré.

Le sonreí y presté atención a mi comida pero seguía sintiéndome mal por haber puesto las cosas incómodas. ¿Qué será que habrá pasado?

AMARISDonde viven las historias. Descúbrelo ahora