-Por suerte, no todas las casas sufrieron daños -mencioné mirando aquellas.
-Sí, tendrán donde descansar mientras recontruimos la manada -responde Alex.
Él y yo íbamos hacia la casa del Alpha. Notamos desde afuera que tampoco había sido dañada, ya que estaba lejos de donde hicieron los ataques. Entramos para ver como estaba por dentro, se veía exactamente igual... aunque sí habían un par de cosas tiradas, seguramente se habían caído con la prisa de todos al salir.
-Ya está atardeciendo... Es mejor descansar -menciona Alex.
-Ve tú... Yo creo que vigilaré que los Dioses no intenten nada mientras todos duermen.
Antes de que dijera algo salí volando de nuevo y fui hasta el tejado, noté que mis pinturas estaban bien... no tenían nada, solo un poco de suciedad. Me acerqué a juntarlas y colocarlas en una esquina. Solté un suspiro profundo y pesado, no podía dejar de pensar.
-Cuando dije que era mejor descansar... lo decía para ti también.
Alex sube al tejado conmigo. Se acerca y yo me senté en el borde.
-No creo poder dormir de todos modos...
-Oye... -se coloca frente a mí, sujetando mi cintura-. Vamos... haz el intento.
Me toma de las manos y me hace caminar hasta salir del techo, yo mantuve mi cabeza agachada mientras lo seguía. Me llevó hasta la habitación y yo fui directamente a la cama y me acosté.
-No puedo, volveré arriba.
Antes de que pueda levantarme, Alex me hace volver a acostarme y se coloca sobre mí impidiendome el paso.
-Ni siquiera hiciste un intento -Alex suspira-. Amaris... Sé que piensas que todo esto es tu culpa, no lo es... Son los Dioses los que quieren usarte.
-Pero...
-Nada. Deja de pensar eso -él acaricia mi rostro hasta quitar un mechón de cabello de enfrente.
Su amabilidad y cariño estaban pudiendo conmigo. Pronto mis ojos se llenaron de lágrimas y cubrí mi rostro para que no me viera así.
-No sé que hacer... Pienso que la única solución para que los dejen en paz es si acepto la unión con Lucian. Los Dioses...
Escuché su gruñido antes de sentir como se acomodaba para luego agarrar mis muñecas y colocar mis manos pegadas a ambos lados de mi cabeza.
-¿Crees que yo aceptaré eso? ¿Que te vayas con alguien más? Amaris... Pueden los Dioses estar en contra pero tú no te irás... -suelta una de mis manos y me agarra por las mejillas-. Me perteneces tanto como yo a ti, pueden cortar nuestro lazo de Mates y yo aún así pelearía por ti.
-Morirás antes de siquiera hacer algo... -comenté.
-De algo me han de servir los dones que los Dioses me dieron. No puedo morir tan fácil si sé que tú estás en peligro.
Me suelta pero yo extendí mis brazos hasta su cabeza y lo atraje a mí para besarlo con intensidad. No quería dejarlo, no quería que me unieran a alguien más... Solo quiero estar con Alex.
-No quiero a nadie más que a ti, Alex... -murmuré abrazábdolo-. Quiero quedarme contigo, quiero estar a tu lado...
-Yo también quiero eso. No permitiré que me separen de ti, iría al infierno y regresaría las veces necesarias por ti.
-Cerbero no te dejaría... -me reí con amargura.
-Él solo es un perro gigante... No me importa.
Sentí que besaba el hueco de mi cuello y mi piel se erizaba al instante. Me separé para verle al rostro y entonces solté algo que quería decir de hace mucho.
ESTÁS LEYENDO
AMARIS
Werewolf¿Que sucede cuando la hija de la Diosa Luna decide ir a la tierra para saber cómo se siente vivir allí? ¿Pero y que su madre decida otorgarle un Mate? Amaris, hija directa de la Diosa Luna, enfrenta todo tipo de situaciones que se le van presentando...