Capítulo 26

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Miré la hora de mi reloj, se supone que ya estaba terminando el tiempo. Estaba nervioso, ¿le habrá ido bien? Por supuesto que sí, yo le enseñé...
Pero... si se pone nerviosa por lo intimidante de esto y tiene un bloqueo, no puedo entrar para ayudarla. No, no... estoy seguro que le fue bien.

Apoyé mi mano en mi nuca y solté un resoplido fuerte y profundo para quitarme la tensión. Entonces escuché unos pasos rápidos que me llamaron más la atención que el resto. Cuando me giré, no tuve tiempo de reaccionar hasta que ya la tenía abrazándome.

-¡Lo hice! Respondí todo y estaba tan segura de mis respuestas -se separa emocionada-. Tenías razón, esos errores que cometía me fueron un problema pero recordé que me lo dijiste y pude resolver todo. Además de que...

La escuchaba hablar con aquel brillo en sus ojos, se veía tan tierna de esta forma que no pude evitar disimular lo maravillado que me traía esta chica. Asena se da cuenta de que estaba hablando mucho así que se detiene y se sonroja.

-L..Lo que quiero decir es que... Gracias, por ayudarme y... todo eso.

-¿Qué? ¿Solo así? Esperaba más -me crucé de brazos y me recosté contra el auto fingiendo estar decepcionado.

Ella lo entiende, se sonroja aún más pero sorpresivamente toma la iniciativa en acercarse a mi y besar rápidamente mis labios. Abrí los ojos de par en par pero mi sonrisa amplia aparece. No me importaba que haya gente mirando, me enderecé, la tomé por la cintura y besé sus labios mucho mejor.

-¡Hm!

Ella se sorprende más que yo pero pronto se deja llevar y me sujeta para alcanzar mejor mis labios.

-Hazlo bien -dije al separarnos.

-E..Es que... estamos en público... -murmura ella apenada y mirando de reojo a su alrededor.

-¿Y qué? Tampoco es que estemos por desvestirnos o algo.

-¡Jacks!

Ella me da un golpe en el pecho pero yo me reí a carcajadas por su vergüenza. Es tan linda...

-Bueno, señorita... -le sonreí-. Me encantaría llevarte a un almuerzo de la victoria, o algo así.

-¿U..Una cita...? -cuestiona avergonzada.

-Me atrapaste, eres inteligente.

Le guiñé el ojo y ella suspira pero termina asintiendo. Le abrí la puerta del auto y ella se metió en este, lo rodeé y también entré. Nos pusimos en marcha mientras le hacía preguntas sobre el examen y como hizo para calmar sus nervios.

-Pues... no fue difícil, solo tuve que pensar en una cosa y listo.

-¿Y qué era esa cosa, si se puede saber? -pregunté.

-Ah, nada, nada... No era nada.

Ella aparta la mirada hacia la ventanilla, pero noté sus manos apretar sus rodillas y ver su rostro sonrojado atraves del espejo me hizo saber con certeza lo que pensaba para calmarse.

-Me encanta saber que soy yo la razón de tu tranquilidad.

-¡Nadie dijo eso! -responde avergonzada.

Fue el momento perfecto para detener el auto, me coloqué cerca de ella y sujeté sus mejillas con una mano.

-Tu cuerpo lo hizo... -respondí mirando sus ojos brillando por la vergüenza.

-¡C..Claro que no!

Me aparta y se esconde entre sus manos. Me reí y volví a hacer andar el auto hasta llegar a un buen restaurante. Ambos bajamos y entramos en este, nos sentamos en una buena mesa, nos atendieron enseguida y luego se fueron a por nuestros pedidos.

-Oye, mi hermano está planeando un viaje conmigo y mi cuñada... ¿Te gustaría venir? -pregunté un poco nervioso la verdad... no quería que me dijera que no.

-¿Eh? ¿En serio? ¿Y..Yo?

-Pues sí... será muy aburrido para mí si voy solo con ellos -me recosté contra el respaldo del asiento y me crucé de brazos-. Van a estar tan cariñosos mientras que la chica que me gusta está a kilómetros de distancia.

La miré sonriendo esperando su reacción, pero ella estaba tan sonrojada que me preocupaba que explotara o algo.

-¿T..T..Te... g..gusto?

-¿No fui obvio? Creo que hasta te lo he dicho -me puse pensativo.

-P..Pero... ¿Y tu Mate? -pregunta.

Nuevamente con ese tema...
Resoplé y me incliné sobre la mesa juntando mis manos y mirándola más serio.

-Estoy dispuesto a dejarla ir por ti. Porque de igual forma no puedo amar a alguien más si ya amo a una chica... eso de la poligamia no va conmigo.

Ella baja la cabeza sin saber que decir, lo comprendía. Suspiré resignado a este tema y justo en ese momento vienen nuestros pedidos. Comimos en silencio, pero yo no quería que esto se tornara así.

-Asena, si no quieres pensar en esto está bien. Lamento incomodarte...

-No es... eso -responde apenada-. Es que, después de todo... yo ya no sé que haré si me transformo y aparece mi Mate. Porque... también me gustas, Jackson.

Abrí los ojos de par en par, ¿había escuchado bien? ¿Será cierto? La miré sorprendido mientras que ella estaba sonrojada pero sonreía aún así.

-¿Eh? ¿Jackson? -me mira sorprendida.

Yo cubrí mi rostro con una mano mientras no dejaba de sonreír nervioso.

-Me tomaste desprevenido, cariño.

La miré de reojo mientras trataba de cubrir el sonrojo en mi rostro pero sabía que no iba a poder y que de igual forma ella ya lo había visto. Suspiré y me enderecé.

-¿Si sabes que después de lo que has dicho... todo será más complicado no? Porque si llegase a aparecer tu Mate... a mi no me importaría pelear por ti, y te aseguro que ganaré. No pienso dejarte ir tan fácilmente.

Ella se sobresalta pero tampoco deja de sonreír. Aunque baja la cabeza apenada pero asiente comprendiendo.

-Entiendo... yo... tampoco quiero dejarte ir, me gusta estar contigo y creo que... no quiero a nadie más.

Eso hizo acelerar mucho más mi corazón de lo que ya estaba. No pude soportarlo y me levanté para acercarme a ella y besarla con intensidad. Pero entonces percibí un aroma que desapareció a los pocos segundos, me separé desconcertado. Mirando a todos lados y olfateando el ambiente para saber de dónde vino ese dulce aroma.

-¿Qué... Qué pasa? -pregunta Asena jadeando por el beso.

-Nada.

Volví a concentrarme en ella y sonreír. Pero sí me había quedado pensando en aquello... y más por el aullido corto de mi lobo con esa palabra... "Mate".

AMARISDonde viven las historias. Descúbrelo ahora