09: «Él no, Jacel»

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En ocasiones debemos soltar las esperanzas por más pequeñas que sean y por más que duelan—Umbra.

En ocasiones debemos soltar las esperanzas por más pequeñas que sean y por más que duelan—Umbra

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JACEL.

Dejo la ropa de Jerome sobre uno de los sofás que tiene en su habitación, luego me aproximo a él y cómodo la frazada sobre su cuerpo semidesnudo, él realmente creyó que me acostaría con él, pero eso es imposible, no puedo hacerlo, no con Jerome. Así que cuando se descambio entre balbuceos, no pude hacer más que negar, y empujarlo en la cama, por suerte no volvió a levantarse. Jero no soporta bien el alcohol y se duerme rápido luego de tocar la cama. Y es un jodido alivio para mí.

Fui el único que no bebió mucho, solo unos tragos, es por eso que soy consciente de que no puedo quedarme, en la mañana Jero se sentirá muy avergonzado, y digamos que me voy porque le tengo piedad a su culo de borracho vergonzoso.

Salgo de la habitación y me muevo por el pasillo, sin embargo, no llego al final cuando una mano se enrolla alrededor de mi boca, un segundo después siento un pecho fuerte contra mi espalda. No logro ver bien porque está oscuro, pero sé de quién se trata, su fragancia es inconfundible para mí.

—Ah —Se queja cuando mi codo se hunde en uno de sus costados, logrando que me libere rápidamente, unos segundos después escucho su risa—. Tan rudo como siempre, Jacel.

—Y tú, tan imbécil como siempre, Saúl —escupo girando hacia él, no se ve bien, pero su figura alta está frente a mí—. ¿Regresando de tus líos sin amor?

No me responde, me coge por la muñeca y me adentra a una de las habitaciones, algo me dice que no es la suya. Cuando enciende la luz me queda claro, es muy simple para ser suya.

—Regreso de mi oficina—declara y se estira al mismo tiempo que se quita el saco de su traje elegante—, estoy muy estresado, necesito un poco de amor, quizás tú puedas ser de ayuda, ¿no?

Hago chasquear mi lengua al escucharlo y me cruzo de brazos cuando él termina de quitarse la corbata e inicia a desabotonar su camisa, dejando a la vista su perfecto pecho y abdomen. No le toma mucho quedar solo en bóxer. No hay forma de que vaya a negar que él es un hombre muy atractivo, pero es un jodido arrogante.

—Woah, eres un descarado —mascullo, y suspiro dispuesto a marcharme—. Usa tu mano, yo no soy tu p*ta de turno, okay.

—Es mejor si te quedas por está noche, podemos dormir juntos sin hacer más que dormir, aunque no lo creas, puedo mantener mi buen pene en mis boxers.

Me lo pienso unos segundos antes de asentir e iniciar a quitarme mis prendas, él no se pierde de mis movimientos, no deja de verme en ningún momento. Una vez estoy frente a él intenta tocarme, pero golpeo su mano, alejandola de mí.

—No te confundas, cuando dije que no voy a follar contigo lo dije muy en serio, así que hazte a un lado —aclaro con molestia, él se ríe y maldigo su risa perfecta.

JACEL© [La forma en la que lates] #1 LGBT Donde viven las historias. Descúbrelo ahora