JACEL© [La forma en la que lates] #1 LGBT

13: «¿Te llevo?»

A ti te canto, amo de mis sueños y pesadillas—Umbra.

KAEMON.

—«¿Cómo está él?» —pregunta con ese tono indeciso que tiene cada vez que habla de Jacel o pregunta de él.

—Está bien. No te preocupes, desde ese momento prometí que lo cuidaría. —Ella se queda en silencio unos largos segundos antes de suspirar y seguir hablando.

—«B-Bien. Háblame por cualquier cosa, no importa si es mínima, ¿Okay?»

—Sí, mamá.

Corto la llamada y dejo el móvil sobre mi cama, me levanto y me dirijo al baño. Me toma menos de diez minutos estar listo para salir. Hoy es viernes y mis amigos de la universidad me invitaron a un bar en el centro. Está semana la universidad ha sido muy agotadora, por eso es que decidí seguirles el rollo y unirme a su salida de está noche.

Desde lo sucedido con Jacel, no puedo ver las cosas iguales. Llevo una profunda sensación de hostilidad hacia mí mismo y mis decisiones del pasado. También cargo con la culpa de casi matar a mi hermano, porque no importa que haya sido su decisión intentar suicidarse, porque sé mejor que nadie que yo lo lleve a eso. No aceptaba a Jacel, juro que una voz en mi cabeza me decía—“está enfermo, es asqueroso, debes ayudarlo a ser normal de nuevo” —pero siendo sincero, lo único enfermo y asqueroso era mi forma de ver a las personas con gustos diferentes, mi nulo respeto por la gente que siente igual, pero de una forma distinta. Cuando él nos confesó que salía con otro chico, no pude aceptarlo, fue como si una parte de mi mundo se hubiera torcido. Y como era alguien perfeccionista, quise arreglar esa torcedura y por poco terminé rompiendo una parte muy importante de mi mundo. Ahora estoy en una zona en la que convivo con mi pasado e intento construir un presente que me llevé a ser alguien en el que mi hermano pueda confiar, y alguien con el que yo mismo me sienta menos basura. Quiero ser una persona que pueda ver como su familia, no como el maldito que destruyó una parte de él.

—Jacel. —Miro el interior de su habitación, luego de recorrer el lugar doy con él, está sentado en el marco de su ventana, con los auriculares puestos—. Sigues haciéndolo, eh.

Desde pequeño Jacel ha tenido un amor especial por la música; cada vez que se coloca los auriculares se acomoda en el marco de la ventana, cierra los ojos y canta sin que su voz se escuche. Siento que él se oye en su interior. Sabe tocar muchos instrumentos, pero es mucho más bueno con el violín y la guitarra eléctrica… aunque no ha vuelto a tocarlos, están guardados en una de las habitaciones desocupadas de la casa. Hay muchos instrumentos ahí. Podría formar una banda entera si él lo quisiera.

Ese hombre los compró cuando éramos niños.

—¡Maldita sea! —exclama al abrir los ojos y verme apoyado en el marco de la puerta. Se quita los auriculares y me presta atención—. Me asustaste, ¿qué haces ahí mirándome cómo un acosador?