22. Lluvia de estrellas

192 11 4
                                    

Estábamos en una mesa a los alrededores del campus y Leah no paraba de hacer arcadas al vernos.

—Apuesto que le está tocando la pierna con su pie —le dice ella a JP, quien estaba a su lado—. Joder, sí lo está haciendo. Yo lo decía de broma.

Era verdad. Parecía una quinceañera con su primer enamoramiento. Mi mentón estaba apoyado en mi mano, con la cabeza ladeada y con una sonrisa anhelante hacia Archer. Él lucía igual. Está bien, no estaba sentado como yo, pero sí me miraba con esa misma expresión.

—Nosotros no somos así, ¿no? —se dirige a Alan.

—No —le respondo yo—. Te recuerdo que tú eres alérgica a los sentimientos.

Leah resopla. Entonces yo vuelvo en mí misma y dejo mi pie quieto. Solo porque Archer entrelaza nuestras manos, por supuesto. Pienso que Leah me dirá de nuevo que parezco una idiota enamorada, pero cambia su expresión y se pone de pie, tirando de Alan en el proceso.

—En cualquier caso, Alan y yo debemos irnos —mira a JP—. ¿Quieres venir o prefieres quedarte con este par?

—No van a hacer nada romántico, ¿no?

—Nop —le dice Alan—. Ir de compras. En serio, es mejor que vengas.

Frunzo el ceño ante la extraña escena que se torna frente a nosotros. Los chicos se despiden de nosotros y entonces... Alguien grita de emoción.

Archer y yo nos damos la vuelta al instante. Ambos abrimos la boca al ver a Paris y a Jake a unos pocos metros de distancia.

—¿Tú lo sabías? —Archer me pregunta.

—Por supuesto que no.

Archer parece creerme, solo porque estaba tan sorprendida como él.

—¿No nos piensan saludar? —pregunta Jake.

Parpadeo.

Síp, están aquí.

Me levanto con un grito y los rodeo a ambos en un brazo sin dejar de parlotear y chillar. Paris estaba igual de emocionada.

—No puedo creerlo —les digo. Ya me dolía el rostro de tanto sonreír—. ¿Cuándo llegaron?

—Yo llegué esta mañana —nos dice Paris—. Jake anoche.

Archer pega un grito ahogado.

—¡¿Y no me dijiste?!

—Paris y yo acordamos que los sorprenderíamos a ambos.

Archer se cruza de brazos.

—Los odio.

—No, no es cierto —le responde Jake—. Nos amas demasiado.

—Sí, por eso los odio.

Paris roda los ojos.

—Como recompensa te doy a mi novio por un día. Yo me raptaré a Lisa.

—Eso sonó bastante perturbador —le digo.

Mi amiga sacude una mano quitándole importancia.

—Shh, Lisa —me murmura Archer. Pone un pie por delante y cruza sus manos mirando a Jake y a Paris—. Que así sea. Jake, sácame de aquí.

. . .

—En serio —le digo sobre mi malteada—, no me puedo creer que estén aquí. Dijiste que no nos veríamos hasta en unos meses.

—Bueno, sí. También vendré para esas fechas.

—¿Por eso Leah fingió que tenía que ir de compras? —enarco una ceja. Los ojos marrones de Paris brillan con diversión.

Nosotros, siempre (SIEMPRE #2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora