FALSO AMOR [Finalizado]

Divorcio

Ryan solo me miraba muy enfadado, no sabía que hacer o que decir. Quería decir algo pero la voz no me salía.

—Me lo dices por las buenas, o me lo dices por las malas.— se levantó del sofá haciéndome retroceder.

Me quedé callada pero no era porque yo quería, simplemente las palabras no me salían, se quedaban atoradas en mi garganta. Vi la cara de frustración de Ryan, se acercó a mi y me agarró del brazo arrastrándome a la habitación.

No, a la habitación no, ¡Por favor no!

Me aferraba al barandal de las escaleras pero era imposible, su fuerza contra mi fuerza era pan comiendo para él. Me aferre lo más que pude pero fue en vano, me jalo con fuerza haciendo que me resbalara.

—Ryan espera, ¡Me estás lastimando!

—¡Deja de quejarte, no te voy a dejar hasta que me digas quien es!

Me agarró más fuerte del brazo y me llevo arrastrando, importándole poco lo que yo sintiera o incluso si me laatimaba. Entramos al cuarto a la habitación y cerró con seguro, tenía miedo de lo que llegara hacer, miedo de que llegará a perder el control, me aventó a la cama y me miró fijamente, su mirada fría, seria, frustrada e intimidante.

—Te lo dije Katherine, me lo dices por las buenas o por las malas.

—Yo...

—¿Tú que?

Lo miré y recordé la misma mirada de hace un año.

...

—¡Levántate carajo!— gritó Ryan mientras me tomaba de las muñecas.

—M...me estás l...lastimando.— dije entre lágrimas—. Por favor d...detente.

Me tomo del pelo y me miró fijamente.

—Te dije que no salieras de casa y te fuiste sin mi consentimiento, sino que también regresas con alguien que ni yo conozco.— me aventó al piso con toda su fuerza.

Mi cuerpo ya no podía, tenía moretones por todos lados, mis mejillas ardían por las cachetadas, mi voz ya no salía por los gritos de dolor, mis ojos ardían por tantas lágrimas, mis piernas ya no tenían fuerza para levantarme e irme corriendo.

Ryan me tomó del pelo y me llevo arrastrando hasta la habitación, entramos y me aventó a la cama, se subió encima de mi y me empezó a besar como si no hubiera un mañana

—Déjame.— lo dije en tono de súplica pero él hizo caso omiso.

Me despojó de mis ropas dejándome completamente desnuda, se quitó su pantalón y su boxer.

-No, por favor no, ¡No quiero!

Me dio una cachetada haciendo que mis ojos sacaran más lágrimas.

—¡Cállate!, es lo mínimo que te mereces por desobedecerme.

Sin previo aviso me penetró haciendo que saliera un grito ahogado, trataba de separarlo pero era inútil, mis gritos agonizantes, mis suplicas, nada de eso funcionaba para que Ryan me dejará.

Mis lágrimas no dejaban de salir, Ryan me miraba con odio como si hubiera cometido un delito. Pasaron 2 horas de gritos y suplicas. Ryan me dejó en la cama llorando, él estaba sentado en la cama.