Harry Potter El Heredero De La Muerte.

Capítulo 4 "Lord Black"

Mansión Black, Oxfordshire. 17 de marzo de 1987.

Arcturus Black estaba teniendo un fuerte dolor de cabeza, la última década había sido todo un problema debido a la guerra mágica y su familia estaba al borde de la extinción, todo por culpa de su hijo Orión y su pasividad frente a su esposa Walburga. Los idiotas se habían enamorado por completo del señor oscuro, provocando que sus nietos Sirius y Bellatrix terminaran manchando el nombre de su familia al ser juzgados y enviados a Azkaban. Por si esto no fuera poco, Regulus, el único que realmente podría haber heredado la jefatura de su familia, había desaparecido hace casi una década. Sirius jamás fue apto para llevar el mando de la familia, era demasiado emocional y odiaba la magia oscura, seguramente la propia magia familiar lo hubiese rechazado de todos modos, pero eso era antes de que el idiota hubiera abandonado la familia para huir con los Potter, de igual manera no podría culparlo, considerando que Walburga no era exactamente una buena madre. Bellatrix era la segunda opción para heredar el legado familiar, ella sí que era una Black, brillante y despiadada, de naturaleza aparentemente impulsiva, pero fría y calculadora en realidad. Tenía un brillante futuro por delante, pero el idiota de Cygnus, con un poco de ayuda de Walburga, convencieron a Orión para comprometer a Bella con el estúpido heredero Lestrange. Los Idiotas prácticamente la vendieron a una familia sin futuro y lo mismo sucedió con Narcisa, su nieta más joven quien fue comprometida con el heredero Malfoy. Lo peor de todo fue que él no se había enterado de nada hasta después de acontecer ambas bodas, las cuales se dieron casi en simultaneo. "Ya estoy viejo para toda esta mierda, debería estar esperando a reunirme con Melania en lugar de corregir los errores de Orión". Arcturus reflexionó en voz baja, si alguien hubiese estado allí, podría haber notado un leve gruñido despectivo en su voz.

Un repentino ruido interrumpió el silencio de la habitación, era una lechuza negra que ululaba mientras extendía una pata hacia Lord Black, el animal era un mensajero y la carta que llevaba estaba sellada con el símbolo de Gringotts, era obvio que algo importante había pasado, después de todo, los goblins no solían contactar a sus clientes más importantes a menos que algo realmente malo hubiera pasado con sus inversiones. Arcturus no perdió tiempo y liberó al ave de su carga, la carta estaba escrita en pergamino con letra pulcra, el remitente era Gornuk, el gerente de cuentas de la familia.

Saludos Lord Black, el motivo de la carta es para notificarle que ha aparecido un heredero aparente para su casa el día 17 de marzo de 1987 a las 2:25 de la tarde. Gringotts realizó el procedimiento estándar, por lo que su heredero fue debidamente informado de su posición y protocolos estándar a seguir antes de poder asumir cualquier beneficio o responsabilidad para con su casa. Su heredero se presentó ante Gringotts bajo el nombre de Harry Potter, el chico claramente no fue instruido en ninguna de las formas sangre pura, pero de alguna manera se las arregló para confrontar a uno de nuestros duendes, fue respetuoso pero firme, como se esperaría de cualquier digno heredero de una familia sangre pura. El joven Potter, por obvias razones fue llevado a la cámara de herencias, una vez confirmada su identidad se le notificó sobre su estado, es el heredero actual de 7 respetables familias sangre pura, incluida la Black, lamentablemente Gringotts no puede proporcionarle información al respecto.

Una vez terminada la prueba de herencia, el joven heredero procedió a ver sus bóvedas y compró un par de artículos de primera a nuestros artesanos. Cabe resaltar que fue la misma magia quien dictó que el joven Henry James Potter era un digno heredero de su casa, sin más que decir, le deseó un buen día. Que su oro fluya Lord Black.

Gornuk Gerente de cuentas Black.

P.S. Me tomé la libertad de organizar una cita con su heredero, la reunión está programada para las 4 de la tarde. Considérelo un favor personal por nuestra más que productiva asociación.