Westminster, Londres. 16 de marzo de 1987.
Eran las dos de la tarde, el joven protagonista se encontraba frente a un establecimiento desgastado que tenía un cartel con enormes letras doradas: "El Caldero Chorreante", una serpiente negra estaba apoyada en su brazo justo debajo de sus mangas.
-¿Estás segura que es aquí? esto parece un bar de mala muerte y la gente que entra y sale se ve, en el mejor de los casos perturbada-
Harry interrogó con curiosidad, después de todo, esperaba una entrada un poco más mágica.
-Este es el lugar maestro, los mundanos no parecen verlo, pero los magos entran y salen, algunos comen y beben, otros van hasta la parte de atrás, pero no salen-
-Interesante, esa parte de atrás debe de ser la entrada. Creo que iré a preguntar-
El pequeño respondió mientras contemplaba su rostro en un espejo, su apariencia había cambiado debido a un accidente.
Flash Back: "Harry se encontraba dando vueltas y vueltas en el baño de una cafetería, el chico acababa de recordar que era famoso en el mundo mágico; sin mencionar que no sabía si su magia duraría para siempre en la mente de Petunia, por lo que él sabía, las autoridades podrían estarlo buscando. Sabía que era fácilmente reconocible, si de por sí, su llamativo color de ojos no fuera fácilmente identificable, la cicatriz en su frente sin duda haría el trabajo. Al principio consideró utilizar maquillaje para ocultar la cicatriz, sería fácil entrar a una tienda de cosméticos y fingir que su padre lo había animado a comprarle un regalo a su madre. El problema serían sus ojos, él no sabía realmente ninguna manera de cambiar su color, Harry se estaba desesperando cuando un repentino destello esmeralda lo cegó, cuando recobró la visión se sorprendió visiblemente, si bien sus rasgos faciales no habían cambiado, su color de ojos y cabello sí que lo habían hecho". Fin de Flash Back.
El cabello de Harry había crecido, ahora llegaba hasta sus hombros, era castaño y sus ojos color ámbar. La cicatriz se había ido por completo y su tez era ligeramente más bronceada. El ahora peli-castaño caminó tranquilamente por la acera, había decidido utilizar un poco de su nueva ropa, eligió una camisa manga larga de color negro, ideal para colocar a su subordinada debajo sin levantar sospechas; y unos jeans, sus zapatos deportivos y su cinturón eran negros, a juego.
Harry abrió la puerta del bar preparándose para cualquier cosa, lo primero que notó era varios grupos dispersos de magos, algunos conversaban ruidosamente, mientras otros bebían en silencio, lo único que todos tenían en común era el ridículo estilo de ropa que vestían, Harry se estremeció al imaginarse vestido con esas ridículas túnicas de colores, con patrones extravagantes y diseños ridículamente holgados; solo para negar con la cabeza. La mayoría de los presentes lo ignoraron totalmente, pero hubo quien no despegaba sus ojos de él a medida que se acercaba al mostrador. El tabernero era un hombre no muy alto, con la cabeza en forma de nuez, era moreno y de ojos negros. Se notaba que era viejo, pues su piel estaba arrugada y su boca casi sin dientes, la gente parecía referirse a él como Tom. Cuando Harry estuvo frente al mostrador, el hombre le sonrió, pudo haber sido una sonrisa amistosa pero la falta de dientes la hacía ver algo tétrica.
-Saludos niño, no pareces venir por Hogwarts, ¿acaso tus padres te encargaron algo del callejón? -
Harry sonrió internamente, pues el bar-man le había dado una muy buena escusa para preguntar por la entrada al callejón, que parecía ser como se referían a su pequeña comunidad escondida.
-Si señor, si no es mucha molestia ¿Podría? -
El peli-castaño aún no había terminado su pregunta cuando ya estaba obteniendo una respuesta de su interlocutor.
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Harry Potter El Heredero De La Muerte.
FanfictionDespués de una infancia llena de miserias Harry Potter descubre que las palabras de sus tíos son reales, el no es un humano, más bien es un ser superior capaz de lograr hazañas que ninguno de ellos creería posibles.