Hogwarts, Campo De Quidditch. 25 de septiembre de 1991.
El viento silbaba en los oídos de Harry mientras surcaba el cielo sobre el campo de Quidditch. Sus movimientos eran fluidos y seguros, casi como si hubiera nacido para estar en una escoba. Adrián Pucey lo observaba desde una distancia moderada, siguiéndolo de cerca con su propia escoba. El estudiante mayor se sorprendió gratamente por la destreza natural de Harry.
—Esa fue una maniobra impresionante, Potter —. Exclamó Pucey mientras Harry realizaba un giro en picado, esquivando hábilmente una Bludger que se había acercado peligrosamente a su cabeza.
Harry sonrió, disfrutando de la adrenalina que le proporcionaba el vuelo. Aunque apenas había comenzado a aprender los conceptos básicos del Quidditch, se sentía increíblemente cómodo en el aire, era de alguna forma su elemento natural.
—Gracias, Pucey. Supongo que tengo talento—. Respondió Harry, con modestia.
Pucey asintió, impresionado. —Muy bien, veamos cómo te va con una Quaffle, intenta pasarla por el aro—.
Adrián lanzó una gruesa pelota de cuero hacia Harry quien iba volando directamente hacía el aro inferior. El oji esmeralda tomó la pelota con su brazo extendido y realizó un giro mortal en su escoba antes de lanzar la Quaffle hacia el centro del aro.
—Buen lanzamiento Potter ¿De verdad es tu primera vez probando Quidditch? —. Pucey preguntó en voz alta mientras observaba a su pupilo realizar una maniobra increíblemente imprudente, en su nueva escoba Nimbus 2000.
Harry se lanzó en persecución hacia la Quaffle que caía, cambio su trayectoria levemente con una patada que le permitió estabilizar su posición para tomar la pelota y colocarla cerca de su pecho, después ascendió a gran velocidad hasta alcanzar la altura del aro superior, donde finalmente se detuvo. El pelinegro forzó el paro de su escoba en medio del aire, por lo que comenzó un rápido descenso en caída libre junto a su nueva herramienta favorita. Cuando estaba a solo 3 metros de tocar el suelo, Harry estabilizó su posición en el aire y atrajo su escoba a su cuerpo, reanudando nuevamente su vuelo en una rápida trayectoria ascendente.
—Segunda vez en realidad, practiqué un poco después de que todos abandonaran el campo el lunes pasado—. Harry respondió tranquilamente mientras volaba de regreso hacía el suave pasto.
—Maldita sea Potter, casi te matas allí abajó—. Pucey gruñó con frustración, su corazón estaba acelerado por la adrenalina. —¿Te has planteado la posición de buscador? Si continúas con ese tipo de maniobras, no cabe duda de que nuestro equipo aplastara a la competencia. Bueno, solo si continúas sobreviviendo a ese tipo de caídas—.
Harry frunció el ceño ligeramente pensativo. Sabía que la posición de buscador era la más prestigiosa en el equipo y como tal conllevaba una gran responsabilidad, pero en realidad no se sentía atraído por ella, ya que la mayoría de partidos se definían por la habilidad de los cazadores, después de todo no importa que tan bueno sea un buscador, si el equipo contrario supera tu puntuación por más de 150 puntos, entonces el juego está perdido.
—Ten seguro que no voy a jugar en esa posición, Pucey. Sería un tonto si lo hiciera. La idea de tener que volar en círculos por el campo mientras persigo esa maldita y sobre todo diminuta esfera dorada, no me resulta particularmente emocionante, esta posición es tan molesta que podría quedarme dormido mientras busco esa escurridiza bola con alas... Prefiero estar más involucrado en el juego, ya sabes, participar activamente en las jugadas, engañar al equipo contrario y en general usar la astucia, soy un Slytherin después de todo—. Harry explicó, considerando sus opciones cuidadosamente.
Pucey asintió comprensivamente. —Entiendo. Es un buen razonamiento, parece que has estado pensando en las posiciones desde la última lección. Aspiras a convertirte en cazador ¿o me equivoco? —.
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Harry Potter El Heredero De La Muerte.
FanfictionDespués de una infancia llena de miserias Harry Potter descubre que las palabras de sus tíos son reales, el no es un humano, más bien es un ser superior capaz de lograr hazañas que ninguno de ellos creería posibles.