Capítulo 16 "Un Día Más En la Casa De Las Serpientes".

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Hogwarts, Sala Común De Slytherin. 15 de Septiembre de 1991.

Después del incidente en la clase de pociones se creó un periodo de paz entre clases, no había ocurrido incidentes peligrosos para los alumnos, excepto quizás en la clase de herbología, donde una planta trató de estrangular al chico pelirrojo de Gryffindor, Ron Weasley. El niño había resultado ser más que una molestia para Harry y el resto de sus compañeros, se la pasaba hablando pestes de los Slytherin para cualquiera de las otras casas que fuera lo suficientemente estúpido, como para tener una conversación con él.

Harry se encontraba sentado en un acogedor sofá de cuero negro y adornos plateados, frente a una mesita para café en medio de su sala común, justo frente al acogedor fuego crepitante de la elegante chimenea adornada con serpientes. Su compañero Zabini estaba sentado en el mismo sofá, justo a su lado, ambos escribían un ensayo en un grueso pergamino mientras comparaban notas y de vez en cuando se asentían mutuamente en señal de respeto. Nott por otro lado, estaba ubicado frente a ambos, recostado cómodamente en otro sofá, que era lo suficientemente grande como para albergar a él y al resto de sus compañeros cómodamente, pero solo si estos hubiesen decidido sentarse de manera adecuada. Nott estaba leyendo una revista sobre Quidditch en absoluto silencio y estaba tan tranquilo que si no pusieras atención suficiente creerías que el chico se quedó dormido en medio de la sala.

El silencio se interrumpió abruptamente con la llegada de Draco y su pandilla, casi sintió pena y un poco de respeto por Crabe y Goyle, por el simple hecho de que tenían que aguantar y respaldar a Draco, quien los trataba más como sirvientes o mascotas en lugar de verdaderos amigos.

—Finalmente ese traidor a la sangre pelirrojo y ese estúpido Squibb tendrán lo que merecen— Malfoy se jacto en voz alta, era obvio que trataba de llamar la atención.

Nott dejó la revista de Quidditch a un lado y miro a Malfoy con curiosidad, asiéndole una señal para que el pelirrubio tomara asiento entre ellos y les contara sobre, el que sabían seria un largo chisme sobre Draco y su increíble astucia.

—¿Lograste que los expulsaran o algo así? —. Nott preguntó con genuina curiosidad.

—No todavía, pero les tendí una trampa, a la media noche esos tontos Gryffindors irán a la torre de astronomía para enfrentarme en un duelo de magos, lamentablemente para ellos el lugar estará vacío, pero se encontrarán nada más y nada menos que con nuestro jefe de casa, quien obviamente será alertado por mi—. Draco se jactó de su plan que en realidad tenía algo de astucia y mérito.

Harry casi sentía lastima por el chico Weasley y el heredero Longbottom, pero era su culpa por dejarse engañar. Nott parecía disfrutar maliciosamente de la situación, Zabini por otro lado mostraba una mueca de irritación. Harry no podía culparlo, pues cuando Malfoy actuaba con arrogancia era casi igual de molesto que Ron.

— Por enésima vez, Malfoy, cállate—. Harry gruñó con su paciencia agotada mientras intentaba corregir una gran mancha de tinta que se había corrido en su pergamino. Zabini por su parte intentaba concentrarse al máximo en escribir su propio ensayo de transformaciones. —A diferencia de ti, Zabini y yo estamos intentando hacer un trabajo decente aquí—

Malfoy, como era de esperar, respondió con su clásica sonrisa llena de autosuficiencia. —No lo entenderías, Potter. Es mi deber, como miembro de la élite de sangre pura, guiar a los plebeyos como tú y molestar a los traidores a la sangre en el proceso—. Crabe y Goyle a su lado asintieron con fervor para respaldar al rubio, de cierto modo ambos se veían similares a Fang, el viejo perro jabalinero de Hagrid, el jardinero y guardabosques de la escuela.

—Si, más bien parece que estas cortejando a Weasley—. Harry respondió con sarcasmo. La risa de Zabini resonó por la sala —No te preocupes Malfoy, estoy seguro de que debe de existir alguna poción, que te ayude a convertir a Weasley en tu novia o algo así, y si no, siempre puedes consultar con el profesor Snape, este parece ser el tipo de cosas turbias con las que suele lidiar alguien como él—. La mirada de Zabini brilló con diversión mientras Malfoy enrojecía de indignación, y por un momento Nott, e incluso Crabe y Goyle parecieron contener la risa.

Harry Potter El Heredero De La Muerte.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora