Capitulo 3

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Su corazón latia frenéticamente a medida que Daemon avanzaba hasta el auto. Una vez que abrió la puerta para sentarse aparto la vista de su mirada. Su tío no le dirigió ni una palabra pero podía sentir sus ojos acribillándole con insistencia. Rhaenyra no sabía que decir o hacer ante su dominante presencia.

"Lo siento" se obligó a decir "Mi comportamiento es realmente detestable, prometo mejorar en mi rendimiento académico y no convertirme en un problema para ti"

Rhaenyra reunió el suficiente valor para verlo y en lugar de encontrar una expresión de molestia en su rostro la sonrisa de Daemon la tranquilizo.

"Mi querida sobrina cree que puede convertirse en un problema" contesto con humor, encendiendo el motor del vehículo.

La joven tomo el cinturón de seguridad entre sus dedos pero sus manos sudorosas soltaron la hebilla, terminando en un suave golpe.

"Si estas nerviosa por las noticias que me dieron sobre ti, deberías de saber que me encargue de arreglarlo" indico al tiempo en que se cernía sobre Rhaenyra ayudándole a ponerse el cinturón de seguridad.

El aroma de Daemon le envolvió como nunca antes. La sensación de su cuerpo contra el suyo fue totalmente diferente aun cuando el contacto fue breve, nunca antes su estomago se hundió ante su presencia y sin embargo, ahí estaba nerviosa por los motivos opuestos a los que su tío creía.

"Hablo enserio Nyra" expresó ante su silencio "Siempre me encargado de arreglar todo"

Rhaenyra sonrió al escuchar esas palabras, sabía que Daemon cumplía con su palabra pero no era eso lo que realmente le preocupaba.

" ¿No confías en mi?" pregunto con aparente calma, mientras tomaba el volante con fuerza.

"Claro que lo hago." se apresuró aclarar "Solo pensaba que este no era el camino a Driftmark"

"Esperaba cenar contigo hoy. Pero los planes se adelantaron un poco."

"Podríamos cenar con la tia Rhaenys y los demás" se aventuro a proponer ante la desconcertada mirada de su tío.

"No esperaba que repudiaras mi presencia" dijo por lo bajo sin apartar la mirada del camino. "Esperaba tener una conversación solo contigo y no con toda la gente que se reúne en la mesa"

"Es solo que..." titubeo.

"Me guardas rencor" termino por ella, estacionando el vehículo.

Le vio salir del auto tan rápido que apenas y noto cuando estuvo a su lado abriendo la puerta. Rhaenyra se apresuró apretar el botón para deshacerse del cinturón evitando una vez más su cercanía, camino lejos unos pasos para observar el panorama de la costa y las olas golpeando la orilla de la playa.

Daemon se acerco a su lado con las manos tras su espalda.

"Te traje un regalo" anuncio extendiéndole una caja.

Abrió el envoltorio rojo con cuidado, encontrándose con el arma de su padre asi como de su abuelo, toco los finos grabados a su alrededor, el material era tan oscuro como lo recordaba pero nunca la había tomado entre sus manos. Por fin tenía la reliquia familiar en su poder.

"Era de mi padre" espeto sin poder creer que la tenía entre sus manos.

"Me costó tiempo recuperarla, se perdió el día en que entraron a las bóvedas. Fue tu deseo en tu doceavo cumpleaños"

"Lo recuerdas"

La emoción resonó en su voz y Daemon asintió levemente. Rhaenyra deseaba no confiar en su tio y en sus promesas pero aquí estaba entregándole el deseo que le conto y no olvido con el paso de los años. Ese dia su tio le pregunto cual había sido su deseo de cumpleaños, ella le respondió que deseaba el arma que su su padre portaba y el se limito a decirle que la tendría de algun dia cuando fuera mayor,  Le inquirio por que no podía tenerla en ese momento y le contesto que los deseos no se hacían realidad de la noche a la mañana.

Peligrosa DebilidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora