Calidez | Wenclair AU

10. Tell Me, Why Your Hands Are Cold?

"Show me how"

[Les recomiendo al 100% escuchar la canción mientras leen]

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Enid se había lastimado un brazo, el derecho, y ahora tenía que andar con un cabestrillo y un yeso en este. Al ser diestra, esto le dificultó bastante su vida cotidiana.

Muchos se estarán preguntando, ¿cómo ocurrió? Pues, durante uno de los enlobamientos de la chica rubia, enloqueció un poco, subió a un árbol y cayó desde ahí...

Al principio creyó que solo se había hecho un par de rasguños, pero cuando se dio cuenta de que apenas podía mover el brazo del dolor, supo que la había cagado.

Y hoy, convenientemente, tendría una "cita" con Ajax. Aunque realmente, en esta cita planeaba terminar con él...

Mientras Enid tardaba horas en vestirse por culpa del yeso, Merlina continuaba con su novela, que para este punto había tenido un drástico cambio. Pasó de ser una novela detectivesca y grotesca a ser una historia de amor homosexual no correspondido, en donde al final, la protagonista se suicida lanzándose a un volcán...

No sabía que coño se había fumado mientras la escribía, pero describía perfectamente como se sentía.

Reía por lo bajo cada vez que escuchaba los quejidos de Enid intentando ponerse una simple camisa. Cuando la chica salió del vestidor, fue inmediatamente donde su amiga.

- ¿Cómo me veo? -Preguntó sonriente la rubia.

"Más hermosa que afrodita"

- Te ves bien. - La miraba de arriba a abajo, admirando la belleza de su amiga, aunque claro, tratando de no parecer una acosadora. La gótica miró el reloj en su pared: Enid tendría que juntarse con Ajax en 10 minutos... -¿Ya estás lista, no? Te quedan menos de 15 minutos.

La rubia abrió los ojos como platos.

-¿QUÉ? ¡Imposible! A-aun tengo que maquillarme, tardaré siglos en hacerlo con el brazo malo... -rápidamente corrió hasta su mesa de noche y de ahí sacó un delineador, máscara de pestañas, y un labial carmesí. Tardaría años si se excedía con el maquillaje, así que solo usaría eso.

- Carajo... - mientras la angustia la consumía por dentro, miró a su amiga que aún estaba escribiendo. - Meloncita... - La pelinegra volteó de inmediato. - ¿Me ayudas a maquillarme?

- ¿Me ves cara de querer hacerlo? -contestó un poco fastidiada. "Si no te hubieras tirado de un árbol, probablemente ya estarías con Ajax".

- No... ¡Pero en serio necesito tu ayuda! Si me ayudas, ya no te molestaré cuando toques tu violonzote, ¿bien?

Merlina rodó los ojos, no podía negarse, menos si se trataba de su dama

— Bien. Pásame esas cosas. —Rechistó. Enid obedeció de inmediato.

Merlina le pidió que quedará semi-acostada en la cama, para que así pudiera maquillarla más fácil. Y dicho y hecho; Enid se recostó, aunque no por completo, apoyándose en el respaldo de la cama.