CAPITULO 20

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Hijo de la Luna / Mecano🎶
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CAPITULO 20

EL ARTE LLAMADO AMOR
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Te quiero…

Aquellas palabras flotaban en mi cabeza desde que ella me lo dijo.
Nunca me había sentido tan emocionado por una simple palabra y tampoco me había sentido como un adolescente.
Cuando Serena me confesó todo aquello sentí un dolor en mi pecho. La comprendí, ella ya sabía mi historia de mi vida no tan feliz, no quería lastimarme y eso lo comprendo pero ¿Ella que sabía de lo que yo quería?
Quería, no, deseo estar con ella. Disfrutar del tiempo limitado, hacerla feliz, hacerla olvidar de ese maldito cáncer, yo solo la quiero entre mis brazos. Solo quiero eso.

Cuando la dejé de nuevo en su casa, Sere solo se despidió con un leve movimiento de mano. No me dirigió la palabra o la mirada, había estado de acuerdo en dejarla tranquila.

Durante toda la noche no dejé de dar vueltas sobre la cama, en mirar el techo y seguir pensando en sus palabras.
Me quería, ella lo había dicho.
Yo la quería, la amaba y la necesitaba.

Oh mierda.
Me estaba enamorando de ella.

¿Y eso era bueno o malo?
No lo sabía pero claro estaba que si, en definitiva estaba totalmente enamorado de ella. Pensaba en Serena la mayoría de mi tiempo, amaba hacerla sonreír, escuchar su risa, verla tan alegre o que me hable sobre el arte a pesar de no saber nada del tema. Amaba tenerla entre mis brazos o sostener su mano o cada vez que aprovechaba para darle un beso en su rostro aún que deseaba besarla en los labios y por fin probar su sabor.

Serena era tan perfecta para mí, por alguna razón me había atraído desde el primer día que nos conocimos. Teníamos esa conexión o atracción inexplicable. 
Si me hubieran dicho que aquella chica de cabello dorado, sonrisa preciosa y la característica de ser una princesa, sería la mujer de la cuál me enamoraría seguramente me echaría a reír pero ahora era diferente. Ya debía reconocer lo que estaba sintiendo por Serena Tsukino.


        🌊❤️🌊❤️🌊❤️🌊❤️🌊❤️


El clima era perfecto: sol abrasador, aire fresco y un buen día para surfear.
Le había enviado varios mensajes a Serena para tomar este día y enseñarla a Surfear pero no me ha respondido a ningún mensaje.
Talvez ella aún tiene la idea de que merezco algo mejor y así poder ser feliz.
¿Cómo le puedo explicar? Lo único que quiero para ser feliz es tenerla a ella. Era la única explicación para mí felicidad.

Conduje hacia la residencia Tsukino y para mi sorpresa quien me había recibido fue Zafiro.

—¿Tu qué haces aquí? —le dije.

—También me alegro de verte amigo —se hizo aun lado para dejarme pasar.

Galleta salió de la sala para llegar hacia mí y subirse, era una cálida bienvenida que no podía negarme.

—¿Cómo has estado Campeón?

Le acaricié el lomo y la cabeza.
Zafiro negó, al parecer había saludado con más amabilidad a un perro, que a él.
Le seguí entrando a la sala y de forma inmediata mi mirada se quedó clavada en ella.
Ella era como un imán y yo era el metal. Me atraía de una forma enloquecedora.
Sus preciosos ojos azules se quedaron clavados en los míos, esa mágica conexión. Como un bobo sonreí, diablos, la había visto por última vez hace menos de doce horas y es como si hubiera pasado años sin verla.

Hasta Que La Vida Nos SepareDonde viven las historias. Descúbrelo ahora