Hasta Que La Vida Nos Separe

CAPITULO 46

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⚠️ Penúltimo Capitulo
CAPITULO 46
HASTA QUE LA VIDA NOS SEPARÓ
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El mundo se detuvo.
Mi mundo se desmoronó.
Estaba en la oscuridad a pesar de ser de día.
Estaba solo a pesar de tener a todos aquí.
Estaba muerto, a pesar de que mi corazón latía pero ya no de la misma manera.

Ella se había ido.
Ella partió de este mundo.
Ella… Destrozó mi corazón.

Jamás había llorado como lo había hecho el día de ayer. Jamás me había aferrado a una persona como lo hice con ella. Me costó, y aún me sigue costando poder hacerme la jodida idea de que ella se haya marchado de aquí, de mi lado llevándose consigo la mitad de mi alma.

Preparar el funeral fue imposible por hacer, no pude hacer nada, no estaba consciente de lo que estaba sucediendo o de lo que Jackson me comentaba o de la funeraria o Kenji. No escuché nada.
Mi cuerpo estaba aquí pero mi alma se había ido con ella.
Kenji y Zafiro fueron los que se encargaron de los arreglos, del funeral, creo que ellos eran los más conscientes entre todos. Ikuko se mantuvo fuerte solo por unos segundos porque después se desmoronó, lloraba con fuerza abrazando el cuerpo de su hija y aferrándose a la idea de que solo estaba dormida.

Serena cerró los ojos y ya nunca más los volvió abrir. Algo se encajó y perdió en mi pecho al verla de esa manera, sin tener que ver esos preciosos ojos azules que me cautivaron desde el primer momento que la vi, o sin tener que recibir esa preciosa sonrisa que aceleraba mi corazón.
Se había ido, ella… Ella me dejó.
El amor de mi vida me había dejado para siempre.
Ella me lo advirtió desde el principio pero aún así yo quise quedarme a su lado, luchando y haciéndola feliz como se lo merecía, me imaginaba que cuando ella se marchara el dolor que me provocaría iba a ser lo suficientemente soportable pero me he equivocado. El dolor es tan insoportable. No podía con lo que sentía, de alguna manera u otra terminaba por el suelo, llorando como un recién nacido importándome una mierda perder mi dignidad u orgullo.

—Ey —Zafiro se acercó a mí dándome una leve palmada en la espalda—. Esta hermosa, ¿la has visto?

Mantuve la vista fija en aquella fotografía. Sonrisa preciosa y ojos brillantes dejando una imagen perfecta de lo que era ella realmente.
Lentamente bajé la mirada.
El ataúd había llegado esta mañana, se me pidió verla para que estuviera perfecta pero me acobardé. Me negué y dejé a que Ikuko y Kenji fueran los primeros en verla.
Me negué ante la idea de verla.
Me negaba a verla así. Y se que era un maldito cobarde pero sabía muy bien que si le daba una mirada, iba a caer de nuevo.
Me mantuve alejado del ataúd, solo estaba aquí sentado en la última fila, recibí las condolencias de la familia, de amigos cercanos y de otros compañeros de Serena quienes se sorprendieron al saber el motivo de su fallecimiento. Había llanto por doquier, en especial de la familia y amigos.

—Luce como un angelito —continuó Zaf al notar mi falta de comunicación—. El vestido que eligió Selene la hace ver más hermosa de lo que ya era y… Tiene…Tiene…

Cerré los ojos al notar la voz quebrada por su parte seguido de los sollozos y moqueos.

—Tiene una hermosa sonrisa… —prosiguió limpiando sus lágrimas—. Los de la funeraria mencionaron que ellos no hicieron nada. Simplemente apareció esa sonrisa y… Tiene una expresión de relajación como si ella…