Teresa
A Jungkook no le gustaba perder el tiempo, lo conocía perfectamente y era por eso que no me sorprendió nada cuando mando a los brujos Park a practicar hechizos del Libro Negro y al resto con las tareas que ya tenían. Rodee los ojos cuando se acercó a mí y me susurro: practica tu control en nuestra cabaña.
Me mordí la lengua para no reprocharle nada o soltarle una grosería. Además de que mi lado animal ya me estaba martillando la cabeza por estar últimamente tan molesta con Jungkook y que no buscará hablar con él para resolverlo...aunque para ser justos, él tampoco buscaba hablar cuando lo buscaba y estaba actuando como un imbécil, un cavernícola.
Suspire cuando lo vi llamar a Yoongi para practicar juntos antes de hacerlo con los demás. Necesitaba que alguien lo hiciera sudar un poco para quitarse el estrés, por más que los hechizos del Libro Negro nos daban ventajas, él seguía...preocupado, molesto, inquieto.
Una parte de mí, la que estaba locamente enamorada de él, quería correr, buscarlo y llevarlo a la cabaña para darle mil besos, un masaje y dejar que durmiera por horas. Mi loba también lo deseaba, que descansará, además que me replicaba que era nuestro deber como su compañera en atenderlo.
No quería seguir escuchándola, realmente me frustraba y no entendía como Jungkook podía aguantar a su propia voz de lobo en la cabeza a diario. Esa voz que era demasiado primitiva como para entenderla en ocasiones.
Sacudí la cabeza con fuerza y me di la vuelta para ir a la cabaña, pero ver a Seokjin tomando una linterna y luego entrando al bosque me hizo frenarme: iba a revisar el perímetro, tal y como Jungkook le había ordenado hacer, quitándome esa responsabilidad.
Mire a Jungkook de reojo que estaba combatiendo contra Yoongi cuerpo a cuerpo, ambos muy concentrados en no pasarse de la raya y al mismo tiempo mi compañero estaba al pendiente de los brujos que estaban concentrados en revisar el Libro Negro y ver que hechizos eran los más poderosos. Escuche a Nimri discutir con Jimin y eso fue lo que me hizo decidirme, esa pelea era suficiente para que Jungkook no me prestará tanta atención.
¡No seas tonta, estamos bien! ¡Confía en mí!
No, no confiaba en mi loba, hasta ahora no había logrado hacerlo.
Cállate. —le reté antes de caminar detrás de Seokjin.
.
.
.
Ya de por si la pequeña ciudad de cabañas era oscura, pero aún me sorprendía que en la profundidad del bosque, esa oscuridad fuera aún más densa y te hacía sentir ahogado. Como si no hubiera nada más en el mundo que tu existencia y la infinita oscuridad que era acompañada de ruidos típicos de los árboles al ser movidos por la brisa helada de la noche.
— ¿En serio me estas siguiendo? —escuche a Seokjin a unos metros de mi con la linterna, pero no era por eso que podía verlo nítidamente, era porque gracias a mi loba podía ver perfectamente de noche.
Agradecía que al menos él me notara cuando ya teníamos más de diez minutos caminando por el perímetro, por el borde donde los Park habían puesto el hechizo que nos reguardaba.
Salí detrás de un árbol y camine hacia él sin vergüenza alguna por haber sido atrapada.
—Eres buena, casi imperceptible. Pero sabía que ibas a buscarme para hablar conmigo.
Trague saliva cuando vi que las sombras que se creaban en su rostro me hicieron sentir inquieta. Como si él fuera a decirme algo que no iba a gustarme.
— ¿Venir a hablar contigo? —fruncí el ceño y asintió. — ¿Por qué?
Seokjin no era conocido por ser alguien dulce, lo sabía de sobra, pero verlo rodar los ojos como si dijera: "esta es bien tonta", me molestaba.

ESTÁS LEYENDO
A tu lado (Saga paranormal #7)
FanfictionNimri no ha tenido una vida tan linda y esplendida como cualquiera creería que debía tener la única princesa del infierno. Había sufrido y llorado más de lo que demostraba y muy pocos recuerdos eran buenos, como los que tenía con Namjoon. Se suponía...