A tu lado (Saga paranormal #7)

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No era por total abnegación que llevaba a Taehyung conmigo, lo hacía para cuidarme las espaldas. Seguía teniendo mi desconfianza con todo el asunto y de Ivana, así que si tenía a alguien con quien amenazarla... me daba ventajas ante cualquier eventualidad.

Diablos...sueno a mi padre. Cada vez que hablaba sobre algún tipo de problemas o disputa contra otra persona llegaba a ser cruel y utilizaba a las personas de una manera donde nadie se daba cuenta. Jamás pensé que haría algo parecido, pero debía admitir que algo de lógica tenía, debía cuidarme la espalda si quería que nadie me la jugara sucio.

Deje a Taehyung enfrente de la puerta de la habitación de Ivana y me transporte sin pensarlo a la sala de estar, donde había jugado ajedrez varias veces junto a Jaden. El fuego de la chimenea estaba apagado y a pesar del sistema de calefacción sentía la estancia demasiado fría, probablemente porque las cortinas estaban corridas y podía ver lo blanco de la nieve en contraste con lo oscuro de la noche que transmitía la falta de calor. Si había algo que me diferenciaba de Namjoon, era que él amaba el frío y yo prefería los climas cálidos, por ello preferí dejar las cortinas como estaban, no quería que nada cambiara de lugar...al menos que quisiera que me descubriera.

Mire las puertas de la biblioteca de madera oscura y el corazón se me acelero violentamente por lo que estaba a punto de hacer.

Era una completa locura.

No tanto por entrar a un sitio que Namjoon nos prohibió a los que pisan su castillo, sino porque era la biblioteca mundialmente prohibida por lo que había adentro, ni siquiera Jimin o mi padre habían entrado alguna vez y eso hacía que me sintiera más nerviosa. Así que me puse unas reglas simples: número uno, no tocar nada que no fuera un libro, solo mirar; número dos, no perder la calma y no hacer ningún tipo de hechizo o gritar; y número tres, ser valiente. Con eso saldría de allí sin ser descubierta.

Solté un suspiro de resignación y tome los pomos de oro, una con una incrustación de zafiro y otro con un rubí en el centro.

Abrí las puertas de par en par y encontré una gran biblioteca de dos pisos, con libros desde el suelo al techo de todos los tamaños y colores, con varias mesas y sillas en el centro donde sobre estas había varios libros abiertos con hojas de anotaciones. Con cada paso que daba para adentrarme más en aquel lugar, me daba cuenta que no había ninguna ventana y la iluminación la daba unas velas que colgaban del techo en una lámpara, por lo que daba un aire terrorífico a la estancia a pesar de tener adornos dignos de un rey de la edad media. Además había una chimenea y una gran pintura de dos mujeres, no fue difícil darme cuenta que eran Tiana y Eleonor. La primera porque era exactamente igual a Ivana, solo que llevaba el cabello negro y largo; mientras que la segunda ya la había visto a unos metros de distancia desgraciadamente y su cabello rubio como el oro era inconfundible.

Sacudí la cabeza al pensar en ella y Namjoon. Si ellos se amaban... ¿Quién era yo para impedirlo? Sabía lo que se sentía estar enamorada de alguien y quererlo con el alma, y sabía en carne propia que si alguien te quitaba la persona que creías que te correspondía aunque sea un poco...te mataba, te sentías morir y era horrible tener un corazón roto. Así que a pesar de tenerle algo de rencor a Eleonor por robar mi collar y ser novia de Namjoon, no le haría daño. No pagaría con la misma moneda.

Además, estaba empezando a creer que Namjoon no valía tanto la pena como creía.

—Ok, Nimri. —me dije a mi misma. —concéntrate.

Me acerque a los estantes y note que la biblioteca estaba divida en cuatro secciones, en los cuatro diferentes mundos. Así que sin perder mucho tiempo me dirigí a la sección del Inframundo donde los libros eran en mayor abundancia y de tonos oscuros y opacos.