➸ Sonrojo

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El par de mejores amigos caminaba por las calles de Liyue, el mayor acompañaba al menor hasta su casa luego de un día algo ocupado

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El par de mejores amigos caminaba por las calles de Liyue, el mayor acompañaba al menor hasta su casa luego de un día algo ocupado.

Y lo "ocupado" significaba en realidad que estuvieron pasando todo el día juntos, hicieron de todo, desde paseos hasta comer en restaurantes, incluso en una ocasión hicieron una parada en el puerto para admirar el paisaje de este, junto a eso, la puesta del sol.

El exorcista contaba animadamente varias anécdotas mientras su amigo le escuchaba, era de esos pocos momentos en los que al de baja estatura se le olvidaba que estaba en un lugar público y se volvía mucho más abierto, como cuando está en uno más privado con sus dos amigos.

Al espadachín le gustaba esa faceta que tenía, ya que ahí es cuando él sonreía más a menudo y vamos, todos sabemos que a nuestro enamorado le da algo cada que su amado está feliz.

Aunque claro, cuando algo empieza debe terminar, y la caminata de los dos no era la excepción. Y sí, ya habían llegado al lugar.

Supongo que aquí nos despedimos ¿No? —Dijo el mayor rascando su nuca.

Sí... —Respondió el contrario.

Es una lástima, sé que te lo digo a menudo pero, me gusta estar contigo, de hecho eres la persona con la que mejor paso mis días.

¿D-De verdad? —Preguntó con sorpresa.

Asintió sonriendo. —Algo que sí que no te he dicho es que haces que me distraiga ¡No lo digo en mal sentido! —Aclaró rápidamente. —Me refiero a que gracias a ti puedo distraerme un rato de mis deberes, ya sabes, dejarlos a un lado, a pesar de que al final terminen acumulándose y eso. —Rio un poco. El ojiazul sólo se quedó callado, por lo que prosiguió. —Eres el mejor, Yun. Me alegro mucho de haberte conocido.

Sólo bastó la última frase para que las mejillas del mencionado se encendieran en un tono de rojo bastante fuerte, gracias a eso, desvió su mirada hacia un lugar aleatorio, luego la bajó, en el acto puso las manos en su pecho en señal de timidez.

Y-Yo... —Comenzó a tartamudear sin control y a juguetear con sus dedos. —E-Erm... —Intentaba articular al menos una palabra, pero simplemente estas no salían por más que se esforzara.

A Xingqiu le pareció un gesto bastante adorable.

Rio por lo bajo y se acercó al menor. —Se está haciendo tarde, así que me despido, nos veremos mañana ¿Va? —Le dedicó una sonrisa, luego lo abrazó, siendo correspondido lentamente por el aún sonrojado Chongyun.

Al cabo de unos segundos los dos se separaron, después de eso, el ojiambar hizo un gesto en señal de despedida y dio media vuelta para caminar hacia su hogar, dejando al pobre exorcista con las mejillas aún más rojas que una visión Pyro.

Luego de que su amigo se fuera entró a la casa, cerró la puerta y se recostó en esta, pensando en lo que acababa de suceder. Sentía su respiración algo pesada y su corazón latía a mil por hora, sin mencionar que sus nervios estaban hasta el tope.

Tendría que poner algo frío en su frente luego de eso.

Tendría que poner algo frío en su frente luego de eso

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Ya se acabó el semestre :D

Also, se viene sufrimiento en la siguiente parte, sólo aviso-

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