❝Amorometro❞ [Xingyun]

➸ Mimar

Al menos una semana era el tiempo que había pasado desde que el par de ahora novios se había declarado su amor y con eso, hacer oficial su relación.

Cabe destacar que sólo unas cuantas personas sabían de ella, pues ambos acordaron mantenerla en secreto por un tiempo y que sólo algunos familiares, amigos y uno que otro conocido fuesen los primeros en enterarse.

La idea fue propuesta por Xingqiu ¿Las razones? No quería que nadie lastimara a su amado. Eso y porque el mismo Chongyun le dijo que no se sentía lo suficientemente preparado como para anunciar públicamente lo de su sexualidad y demás.

Un amistoso recordatorio de que a duras penas su tía sabía sobre su orientación.

Actualmente la pareja se hallaba en casa del menor de los dos, en la habitación del ya mencionado. Los dos estaban acostados en la cama, Xingqiu le hacía caricias y le daba pequeños besos a su novio, quien en ese instante se había quedado dormido en su pecho, abrazándole, todo debido a las pequeñas muestras de afecto.

Mientras le mimaba admiraba cada facción de su rostro con una pequeña sonrisa.

Su momento fue interrumpido al escuchar su teléfono sonar, rodó los ojos con molestia y agarró el aparato, vio el nombre en pantalla, se trataba de Hu Tao.

Quién sabe qué querrá ahora la loquita esa.

Contestó el móvil y lo primero que escuchó fue un grito de la mencionada junto a otros dos gritos femeninos al fondo, al instante reconoció que estos pertenecían a Xinyan y Yun Jin. Rápidamente bajó el volumen de la llamada, se levantó de la cama con cuidado y volteó a ver a su pareja para así asegurarse de que el repentino grito no le haya despertado. Afortunadamente seguía rendido por lo que su preocupación disminuyó.

— "¿Qué demonios quieres? ¿¡Y por qué el grito!?" —Susurró molesto.

— "¡Hasta que por fin contestas!" —Dijo al otro lado de la línea. —"Necesito que me ayudes con un asuntito. Verás-"

—"Estoy ocupado, no puedo, perdón." —Respondió rápidamente, sabía lo que se avecinaba y no quería dejar solo a su chico.

—"Pero si ni siquiera-"

— "¡Adiós, Tao!" —Colgó la llamada y apagó el teléfono, luego volvió a acomodarse en la cama para continuar con lo que estaba haciendo anteriormente.

Sólo que al hacerlo, sintió al menor moverse y abrir los ojos lentamente en el proceso.

— ¡Yun, lo siento si te desperté!

— ¿Pasó algo? Es que, bueno, de repente ya no sentí ese algo suave que estaba abrazando cuando me dormí... —Dijo somnoliento mientras le miraba y a la vez refregaba un poco su ojo.

—Ah- verás, recibí una llamada de Tao y sabes que ella no conoce el silencio, así que decidí alejarme un poco para no despertarte. —Contestó apenado. —Pero al final terminé haciéndolo, de verdad, lo siento.

—No pasa nada, descuida. —Sonrió. — ¿Y qué fue lo que te dijo?

—Quería pedirme un favor como siempre, nada nuevo, honestamente. —Se encogió de hombros.

—Ya veo.

—En fin, regresemos a lo nuestro. —Se acomodó en el colchón y rodeó a su novio con sus brazos. — ¿En dónde me quedé? ¡Ah, sí! Besaba esa adorable cara tuya.

—T-Te he dicho muchas veces que no soy adorable... —Hundió su rostro en el pecho del mayor para así ocultar su sonrojo.

—Eso es lo que dices.

Rio para luego volver a darle pequeños besos y a hacerle varias caricias. Su pareja no dijo nada, de hecho, cuando los mimos comenzaron de nuevo, cerró sus ojos nuevamente para así retomar su pequeña siesta.

—Que no es adorable dice. —Se dijo a sí mismo en un susurro.

Por otro lado, a las afueras de la habitación, les observaba Shenhe por un pequeño hueco –pues habían dejado la puerta entreabierta–, con una pequeña pero cálida sonrisa.

Le hacía más que feliz ver a su sobrino tan contento y con mucha más tranquilidad que de costumbre.