❝Amorometro❞ [Xingyun]

➸ Jugar

—Entonces... El muñeco de nieve se enojó contigo porque- —La ojicarmín comenzó a reír. — ¿Le ganaste en varias partidas de Uno?

—No sólo por eso, verás-

[Un par de horas antes...]

El espadachín llegaba a la casa de su novio, tenían planeado pasar aquella tarde haciendo algo más que darse besos, leer, entre otras cosas. Al exorcista se le había ocurrido jugar algunos juegos de mesa, porque no hay nada más relajante que esos juegos ¿No?

El menor de los dos, quien estaba en su casa preparando todo, dejó de hacer lo que estaba haciendo cuando escuchó el timbre de su casa sonar, abrió la puerta y dejó pasar al mayor, luego ambos se acomodaron en la sala.

—Bueno ¿Tienes en mente el juego de mesa que jugaremos hoy o...? —Preguntó el ojiambar.

—Pues... Mi tía me dijo que jugáramos este juego de cartas, creo que se llamaba "Uno" o algo así. —Sacó de uno de sus bolsillos la baraja de cartas, cabía destacar que no le pertenecían, más bien le pertenecían a uno de los miembros de su familia, que no era Shenhe, milagrosamente. — ¿Alguna idea de cómo jugarlo?

— ¿Con que Uno, eh? Te explicaré las reglas, luego prepárate para ser vencido.

—Ya lo veremos. —Rio.

[...]

El ambiente era tenso, la pareja de novios se miraba fijamente con seriedad mientras cada quien sostenía su baraja de cartas. A Xingqiu le faltaba relativamente poco para acabar su baraja, mientras que a Chongyun... Bueno, podría decirse que tenía cartas hasta para botar al cielo.

— ¡Uno! —Gritó el espadachín lanzando su penúltima carta, la cual era precisamente el famoso +4. —Cambio el color a verde.

El menor miró su baraja y frunció el ceño. — ¡Todas son amarillas, no jodas!

—Tienes que tomarlas, Yun. —Sonrió con malicia.

—Bueno. —Soltó un puchero y tomó las cuatro cartas.

—Y con esto me declaro el ganador. —Lanzó su última carta a la mesa, luego sonrió victorioso. —Ya es la décima vez que te gano, Yun, sin ofender, pero tienes muy mala suerte en esto, eso sin mencionar que eres un poco malo-

—...Ahora por burlarte de mí habrá abstinencia.

—Pero si ni siquiera- —Su novio le ignoró completamente, cruzándose de brazos y dándole la espalda, exagerando una expresión de molestia en el proceso.

Va a ser una semana bastante larga, oremos por él. Terrible.

[Actualidad...]

—Y eso fue lo que sucedió. —Terminó de explicar sin más. — ¿Tao? —Miró a su amiga, quien ya no podía aguantar más la risa. — ¡Tao, deja de reírte!

— ¡Lo siento! Es que- —Soltó una risotada. — ¡La razón de su enojo! ¡No puedo!

—Sabes cómo es de todas formas...

—Sí, pero admite que estuvo mal burlarte de él de esa forma.

—Ya lo sé- al igual intentaré disculparme por ello. Es mas, debería hacerlo ahora...

—Sólo llevan unas horas así, tampoco es mucho.

—Ya, pero sabes que aún así voy a hacerlo, tampoco es que me guste estar tan distanciado de él- —Caminó hacia la salida de la casa de su amiga. — ¿Tienes alguna idea de dónde podría estar?

—Bueno... Xiang me dijo que también estuvo lidiando con él, dijo que se sentía mal por haberse enojado de esa forma, así que...

—Tao, es interesante y a la vez conveniente saber que no es el único que se sintió mal por lo que pasó, pero ve al punto, por favor.

—Tal vez esté en el restaurante Wanmin junto a ella, intenta buscar allí.

—Vale, gracias, adiós. —Salió corriendo de la casa de su amiga para así ir en busca de su novio y poder hablar con él.

Y de paso quemar ese infernal juego de cartas.