—Y ese fue el último pedido. —Dijo el exorcista mientras tachaba una orden en su libreta.
Estaba en el restaurante Wanmin ayudándole a Xiangling a atender a los clientes, pues ella le había pedido que viniese porque ese día el restaurante estaba repleto y no podía encargarse de todo sola. Ni siquiera Guoba podía hacerlo. Chongyun, como tenía el día libre aceptó.
Ahora estaban tomando los últimos pedidos antes de cerrar el restaurante.
—Muchas gracias por venir, Yun, me hubiese dado algo de no ser por tu ayuda. —Dijo esta vez la cocinera.
—No hay de qué, para eso están los amigos. —Le dedicó una pequeña sonrisa.
El momento de agradecimiento fue interrumpido por un espadachín que corría hacia ellos a toda prisa, el menor intentó saludarle, sin embargo el más alto se puso detrás de él. Le miró extrañado, en eso se percató de que su amigo estaba temblando, probablemente de miedo.
— ¿Qiu, qué sucede? Es raro verte tan... Asustado. —Preguntó.
— ¡No hay tiempo para explicaciones, tú sólo ocúltame!
— ¿Ocultarte de qué? ¿Sucedió algo? —Su tono cambió a uno lleno de preocupación.
—Bueno... —Comenzó a reír con nerviosismo. —Digamos que hice enojar a tu tía y ahora-
— ¡NIÑO RICO HIJO DE PUTA, JURO QUE VOY A MATARTE! —Se escuchó el grito de Shenhe a lo lejos, sí que estaba enojada.
—Ahora quiere matarme, como acabas de escuchar.
—Uy, te va a dejar viudo, Yun. —Intervino Xiangling a modo de broma, sólo que, como era de esperarse, el menor se lo tomó en serio.
— ¡D-Deja de decir esas cosas! —Le reclamó con un leve sonrojo. — ¡E-Esto es importante! —La cocinera sólo rio y regresó a hacer sus labores.
—Dejando de lado lo de Xiangling... ¿Puedes ayudar a esta pobre alma para así evitar ser asesinada por la tía de su mejor amigo?
—A saber qué fue lo que hiciste, pero no quiero quedarme sin amigo, así que voy a hacerlo.
— ¿En serio? ¡Gracias!
Asintió con una sonrisa, luego tomó al espadachín del brazo y lo llevó hacia la cocina, donde le dijo que se escondiese en una de las estanterías. También le dijo que si su tía llegase a asomarse le daría una señal para que se mantuviese en silencio.
Hablando de la reina de Roma, justo la albina había llegado al lugar. Estaba hecha furia. En un intento de localizar al ojiambar, se encontró con su sobrino y con la cocinera, quienes estaban acomodando algunas cosas para así cerrar el lugar.
— ¡Tía! Que milagro verte por aquí. —Saludó haciendo un gesto mientras sonreía.
—Oh, Yun, hola. —Hizo el mismo gesto. —Tal vez te preguntes qué hago por estos lados ¿No? —El menor asintió. —Bueno, ando buscando a tu amigo, el espadachín ese.
— ¿Para qué lo buscas? —Preguntó desconcertado.
—Hizo algo que no debía. —Sacó su lanza y la agarró firmemente. —Y yo vengo a cobrarle.
—Señorita Shenhe, con todo respeto y sin ánimo de ofenderla... ¿Podría guardar su arma? Está en un lugar público... —Preguntó Xiangling con voz calma. La albina asintió e hizo caso a su petición.
—Bueno... Regresando al tema, no he visto a Qiu desde esta mañana, siento no ser de mucha ayuda.
—Tranquilo. —Suspiró con cansancio. —Quien sabe a dónde habrá huido ahora.
—Tal vez esté con Hu Tao, debería ir a revisar por las dudas.
—Gracias, Xiangling, iré enseguida. —Dicho esto se despidió de ambos jóvenes, acto seguido salió del restaurante y se fue hacia la funeraria.
Los dos presentes suspiraron de alivio.
—Ya puedes salir. —Dijo el exorcista tocando levemente la estantería, dándole la señal para que saliera de esta.
El espadachín obedeció y salió, luego se acercó al par. —Gracias por cubrirme, les debo una, en especial a ti, Yun.
—No hay de qué, la próxima vez no hagas ninguna estupidez ¿Sí?
—Entendido. —Rio. —Me quedaré un rato con ustedes hasta que ella se calme o se olvide del tema, lo que venga primero.
—Por mí está bien.
— ¡Perfecto! —Celebró la ojiámbar. —Pueden quedarse los dos aquí mientras voy a buscar algunos ingredientes para mañana. —Miró al exorcista con picardía, haciendo que éste comenzara a ponerse nervioso. —Los veré más tarde. —No dejó que ninguno de los dos dijera algo y se fue del lugar junto al osito.
El par de amigos ahora estaba a solas.
— ¿Qué te gustaría hacer mientras vuelve? —Preguntó el espadachín.
—N-No lo sé, no tengo nada en mente.
—Bueno, antes de la persecución estaba leyendo una novela ¿Quieres terminar de leerla junto a mí? —El menor asintió desviando la mirada. —Bien. —Sonrió.
Ambos se acomodaron en una de las mesas del restaurante, luego pasaron el tiempo leyendo juntos, al menos hasta que llegara Xiangling.
Spoiler: Llegó tarde apropósito nada más para que pasaran el rato entre los dos.
Lo que sea que haya hecho este vato lo dejo a imaginación de ustedes snckjk.
ESTÁS LEYENDO
❝Amorometro❞ [Xingyun]
Random♡ || ¿Violentometro? ¿Qué es eso? Aquí sólo existe lo soft. Si la violencia se mide ¿Por qué no medir el amor también? -Contenido más que todo soft/fluff. -Uso de una que otra palabra fuerte. -Contenido ChicoxChico. -Actualizaciones lentas, tal vez...