Capítulo 6

220 17 0
                                    

Durante un año entero sucedieron varios hechos que dejaron tanto a los Targaryen como a los Velaryon rotos y todo empezó con la despedida de ser Harwin. Jamás había visto a su madre tan triste. Jace estaba enfadado y Luc lloraba. Su madre abrazaba a Joffry y no dejaba de acunarlo, parecía más que intentaba no desmoronarse ella misma ya que su pequeño hermano estaba más que dormido.
- Volveré. Portaros todos bien- se acercó a Jace y le levanto el rostro- Cuida de tu madre.
Un resignado Jace asintió. Vio como ser Harwin besaba la frente de Joffry y como su madre evitaba mirarle.
- Cuando regrese no me reconocerá. Pasará bastante tiempo hasta que vuelva- Rhaenira asintió- Princesa - se despidió haciendo una reverencia.
Cogio su bolsa y echándosela al hombro se acercó a Tess.
- Sed fuerte, pequeña princesa.
- Buen viaje, ser Harwin.
Y sin más se fue. Jace corrió junto a su hermana que vio la partida del caballero. Su madre se acercó a ellos.
- Le escribiremos. Usaremos los cuervos, será divertido- los hermanos asintieron resignados.
Lo que ocurrió unos días después fue la gota que colmó el vaso para Tess. Su madre, intentando hacer lo correcto para con la reina Alicent, se le ocurrió que sería apropiado unirla en matrimonio con Aegon para, por fin, unir las dos casas y gobernar en paz. El rey Viserys estaba encantado con la propuesta, pero Alicent no. Antaño ambas habían sido grandes amigas, inseparables, pero en esos momentos ninguna se toleraba.
Tess se encerró de un portazo en sus aposentos. Su madre venía detrás llamándola a gritos.
- ¡Tess!
- ¡No pienso casarme con el idiota de Aegon!- dijo tirándose en su cama y abrazando una almohada.
- Casarse no es malo, cariño.
- Con Aegon si. Yo sé con quién voy a casarme madre. Y no va a ser con Aegon.
Rhaenira miro a su hija.
- ¿Y con quien vas a casarte? No sabía que pensabas en esas cosas.
- No pienso decirte nada, madre. Sólo tienes que saber que no es Aegon el hombre con el que voy a casarme.
- A veces, dentro de los matrimonios puede haber...
- ¡No! Grito Tess tapándose los oídos. Rhaenira dio un bote del susto- No pienso tener una relación como tú y padre. Me casare con quien yo quiera y por lo que yo quiera. No quiero que mi esposo ande con otros por ahí, no quiero tener que esconderme con mi amante como tu, no quiero cuchicheos, ni susurros, ni miradas. No quiero tu vida, madre. No quiero ser infeliz como tú.
Rhaenira se puso en pie herida. Las palabras de su hija eran como dagas en su corazón, pero eran verdad, aunque en ese momento estaba tan dolida y furiosa que se impuso como futura reina y no como madre.
- ¡Te casaras con Aegon!
- ¡No!
- ¡Lo harás!- la corto su madre- Te casaras con Aegon, gobernareis juntos. Traerás la paz a la familia y al reino y lo harás como futura heredera al trono que eres.
- ¡Pero yo no quiero ser reina!
El silencio se hizo ensordecedor. Ambas, madre e hija se miraban furiosas y dolidas. Rhaenira estaba sorprendida de su hija
- No quiero reinar. No quiero ser reina. No quiero cargar con ese peso.
- Pero... Eres mi primogénita...
- Soy tu primogénita, pero quiero renunciar eña ese derecho. Nombra a Jacerys heredero.
- Así no son las cosas, Tess. Tu derecho es ser reina. Aegon sería tu consorte.
- Aegon es un idiota borracho que va detrás de las faldas de cualquier doncella.
- ¡Tess!
- No soy ciega, madre.
- Aún eres muy pequeña...
- Tengo diez años. Aún soy muy joven. Madre no me voy a casar con Aegon aunque me obligeis y amenaceis. Me casare, pero con quiero yo quiera.
- ¿No me dirás quién es ese con el que deseas casarte?
Tess negó con la cabeza. Las lágrimas rodaban por su rostro. Estaba dolida. No quería a Aegon. No quería ni comer en la misma mesa en la que el comía.
Las puertas de la habitación se abrieron de golpe y un furioso Aemond entro respirando rápido. Había corrido hasta allí en cuanto se enteró.
- ¿Aemond?- Rhaenira miro a su medio hermano algo confundída.
Tess se levantó y echo a correr a sus brazos. Aemond la abrazo fuerte y la acaricio el pelo. Le susurraba palabras de consuelo que la hicieron dejar de llorar. Aún así no le soltó.
Poniéndose en pie Rhaenira miro a los dos niños sorprendida y entendió quien era a quien su hija se refería.
- No permitiré que la cases con el.
- Es más complicado de lo que creéis. Aún sois jóvenes. No lo entendéis.
- Soy joven, hermana, pero no idiota y tú tampoco.
Rhaenira se dirigió hacia las puertas. Se giró hacia ambos niños que seguían abrazados.
- Prepárate, Tess. Es momento de marcharnos de aquí. Sera lo mejor.
Tess miro a su madre sorprendida. Había llegado el día que tanto había escuchado que podría llegar y que tanto había temido.
Se marchaba de Desembarco.
Se marchaba del único hogar que había conocido.
Se alejaba de Aemond.

Corazón De DragonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora