Corazón De Dragon

Capítulo 16

Nadie les recibió a su llegada. Era un gran falta de respeto no recibir a la que se suponía que iba a ser la reina de los siete reinos, pero Rhaenira estaba preparada y no le dio mayor importancia, pero Daemon estaba furioso. La relación tanto de él como de su hermano el rey era complicada. Daemon amaba a su hermano y siempre había cumplido con su deber, siempre había seguido todas las órdenes que su rey le había mandado sin protestar, pero al ser el segundo varón en la línea de sucesión aspiraba al trono. También amaba a su sobrina y es por eso que renuncio al trono por ella y sería para ella que conseguiría que gobernase los siete reinos.
- Esto es intolerable- Jace estaba furioso también. Era una afrenta muy grave ese desplante.
- No hemos venido a pelear. Hemos venido a aclarar ciertos asuntos y para ver al rey- Rhaenyra camino hacia la entrada del castillo- Disfrutad de vuestra estancia y por favor- se giro en lo alto de las escaleras y miro a sus hijos uno a uno- no os metáis en líos.
Sus padres entraron dentro junto con sus hermanos pequeños y varios sirvientes que habían ido con ellos. Jace, Luke y ella se quedaron solos mirando la puerta que se había cerrado.
- Muy bien ¿Y ahora que?- preguntó Luke.
- Podemos dar un paseo- sugirió Tess.
Ambos hermanos estuvieron de acuerdo y juntos comenzaron a caminar sin un rumbo fijo. Recordaban cada lugar, cada puerta hacia donde daba cada ventana, a que habitación pertenecía cada una, los jardines... Y el patio de entrenamiento.
Estaba repleto de gente, algunos se les quedaban mirando y cuchicheaban, otros la miraban de forma lasciva. Repugnante. Que gran falta de respeto.
- Mira Luc
Jace y Luc estaban inmersos en las armas que usaban para entrenar. Algunas eran incleibles, pero Tess sólo tenía ojos para una cosa o mejor dicho, para una sola persona. Al fondo del patio había un pequeño grupo reunido alrededor de dos hombros que estaban luchando entre si.
- Ser Criston- sus hermanos se pusieron a ambos lados de ella maravillados por el espectáculo, pero por sus caras aun no habían reconocido a su contrincante.
Era imposible no reconocerle. Su ancha espalda, sus rápidos movimientos y su melena rubia le delatavan. Sus miradas se cruzaron por un segundo, pero rápidamente Aemond se apartó de la temible arma de sir Criston que iba directa su cabeza. Tess se sobresalto y su hermano la miro un poco extrañado. Ambos se quedaron mudos al reconocer al guerrero y ver que era su tío. Esto no iba a acabar bien para ellos, pero ella estaba ansiosa y excitada por verle luchar. Rápidamente Aemond levantó el escudo que llevaba y este se partió, rápidamente lo tiro a un lado y giro con su espada en alto. Ser Criston volvió a arrepentir a un lado y otro con su inmensa maza llena de pinchos. Aemond se movía rápido a la izquierda a la derecha hasta levantar su espada, bloquear la inmensa maza y bloquear el golpe hasta colocar su afilada espada en el cuello de su contrincante. La gente aplaudía extasiada por la demostración del príncipe.
- Sois el mejor mi principe- comento ser Criston- pronto podréis participar en los torneos.
- Poco me importan los torneos- giro la espada y la bajo al suelo- Sobrinos ¿Venís a practicar?
Miro a sus hermanos que estaban serios, pero orgullosos. Volvió la mitad a a su esposo que sonreía. Era un descarado, pero era su descarado. Se acercó hasta el y se coloco a escasos centímetros de el. Podía sentir el calor de cuerpo. Las miradas de ambos chocaron, el estaba tan ansioso como ella. Estar tan cerca y no poder tocarse les hacia hervir por dentro por la necesidad que se tenían.
- Tess- la llamo Jace- Ven aquí, no tienes porque hacerlo.
- No te preocupes Jace- sonrió Tess calmandole- No me vendrá mal practicar un poco ¿Verdad, tío?
El único ojo de Aemond brillaba de emoción, estaba ansioso, excitado y escucharla llamarlo tío solo hizo que las sensaciones creciesen y le ormigeasen las manos ansiando tocarla.
- No te preocupes, sobrina- dijo en voz baja- no será muy duro- Aemond paso por su lado y Tess susurro rápidamente.
- No te contengas, cuanto más duro, mejor.