La lengua de Aemond se introdujo entre sus pliegues y comenzo a chupar su clitorix. Levantó una de las piernas de Tess y se la puso en su hombro para poder acceder mejor a ella. Introdujo dos dedos y comenzó a moverlos arriba y abajo mientras lamía, chupaba y succionaba. Tess se sentí a punto de caerse pero Aemond la agarraba de las caderas haciendo presion en ella para sujetarla. Todo comenzó a girar y se sintió desfallecer al notar la explosión de placer que sintió al correrse en su boca que seguía implacable mientas el orgasmo seguía y parecía no tener fin. Miro hacia abajo exhausta, pero aun con el placer recorriendo cada poro de su cuerpo y vio a Aemond que se lamió los dedos que estaban llenos de sus fluidos. Se volvió a sentir húmeda al verlo. Se levantó y ataco su boca haciendola probarse a así misma. El deseo seguía siendo insoportable, pero esta vez la tocaba a ella hacerle tocar el cielo. Lo empujó y en cuanto quedó sentado en el borde de la cama ella se agachó entre sus piernas y comenzó a empujar su pantalón hacia abajo sin dejar de mirarle. Aemond se levantó un poco para ayudarla y cuando sus pantalones desparecieron quedó igual de desnudo que ella. Tess acaricio los muslos de Aemond que suspuriro de placer. Sonriendo aparto su larga melena hacia un lado y se agachó para lamer la enorme erección de su marido. Una gotita de semen se escapó de su miembro en la primera lamida de Tess. Aemond echo la cabeza hacia atrás y apretó las manos contra las mantas de la cama, se intrudujo todo el miembro en su boca y comenzo a chupar lentamente para ir aumentando la velocidad mientras arañaba sus muslos haciéndole gruñir de placer. Aemond se estaba volviendo loco. A punto de correrse aparto a Tess, la tumbo en la cama y se coloco sobre ella con ambos brazos a los lados de su cabeza. La mirada vidriosa de placer de los dos se cruzo.
- Metela Aemond. Te necesito dentro...
Lentamente intrudujo su miembro en la humedad caliente de Tess. Ambos se sintieron en el paraíso.
Las manos de Tess y Aemond se unieron y sus miradas no se apartaban viendo el placer del otro mientras las embestidas se hacían cada vez para rápidas y potentes haciéndoles a ambos llegar al clímax a la vez. Se unieron en un profundo beso para no gritar al llegar al orgasmo. Tess se aferró con fuerza a la espalda de Aemond arañandola al notar como volvía a correrse e intentando no gritar profundizando aún más el beso.
Aemond callo sobre Tes exhausto, pero rápidamente se apartó y la atrajo hacia el tumbandola sobre su pecho. Ambos respiraban con dificultad aún sintiendo los últimos restos de placer. Tess sintió como el semen de Aemond se escurría entre sus piernas, pero no le importo, estaba muy agusto sobre el, a su lado. Este aparto la larga melena de su esposa con infinito cariño y sonrió.
- Estoy segura que nadie de este castillo a visto una sonrisa tuya- río Tess.
- Por supuesto que no. Las tengo reservadas solo para mí esposa.
- Oh, que mujer tan afortunada.
- Yo soy el afortunado por tener a la mujer más hermosa de los siete reinos como mi esposa.
Tess sonrió y beso a Aemond lentamente. De repente la puerta de la habitación sonó y Tess, asustada, dio un salto cubriéndose. Aemond no se movió ni un centimetro, simplemente coloco los brazos detrás de la cabeza apoyándose sobre las almohadas y cerró los ojos relajadamente. Tess no daba crédito.
- Princesa ¿Está ahí?
- Ssi
- Princesa, me manda vuestra madre. La reunión está a punto de comenzar.
- Muchas gracias. Enseguida voy.
Escucho los pasos de la doncella alejarse. Cuando estuvo segura de que no había nadie tras la puerta cogió un cojín y comenzó a golpear a Aemond que se lo arrancó de las manos y riendo la tumbo sobre el.
- ¡Casi me muerdo del susto! Y tu tan tranquilo.
- Algún día tendrán que enterarse.
-¡Si, pero no desnudo en mi cama! ¿Cómo crees que se lo tomarían? Si ya será un sorpresa cuando se enteren imagínate en esta situación. Debes irte, tenemos que reunirnos enseguida.
Tess se levantó corriendo y se metio en el agua. Se había quedado fría, así que se lavó corriendo. Aemond se acercó a ella y la ayudo y el mismo se lavo también. La ayudo a salir de la bañera con cuidado y la sentó junto a la chimenea, la cual avivó para que hubiese más calor y comenzó a cepillarla el pelo.
Tess suspiro y se dejó hacer. Era extraño tenerlo allí atendiendola, simplemente el hecho de tenerlo en su habitacion era extraño ya que siempre se habían visto en la pequeña isla o la posada el día de su boda.
- Es hora de que me vaya.
Rodeo el sillón y se inclinó para besarla. Un beso lento y profundo de despedida. Lo vio marchar y sonrió tocándose los labios. Se sentía dichosa. Se sentía amada. Se sentía capaz de enfrentarse a cualquier cosa en ese momento.
ESTÁS LEYENDO
Corazón De Dragon
FanfictionUn joven marcado por una infancia oscura y una joven que ilumina su vida. Dos familia enfrentadas y un amor tan fuerte que será capaz de romper las barreras que les impiden estar juntos.