Capítulo 9

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Para cuando llegó Tess la tragedia se habia desatado. Aemond estaba gritando en el suelo tapándose un ojo. Salia sangre de el de manera horrible. Su hermano Luc tenía un cuchillo en la mano, pero a su vez tenia la nariz algo torcida. A Jace le sangraba un costado de la sien y Baela y Rahega tenían lo suyo también.
Corrió en dirección a Aemond y le agarro de los hombros intentando mirarle a la cara, pero el se lo impedía.
-¡Vete! ¡No te acerques!
- ¿Que narices a pasado?- grito Tess mirando a los cuatro niños.
- El empezó...- comenzo Jace.
La gente comenzó a llegar. La reina, el rey, la guardia real, Helena y Aegon... Alicent corrió hacia su hijo.
- Dioses ¿Que ha ocurrido? Mi pequeño....¿Donde esta el maestre?- grito presa de los nervios.
- Aqui estoy, alteza.
Rápidamente llevaron a Aemond a una silla donde el gran maestre comenzó a limpiar la enorme herida. El corte que le había hecho el cuchillo le llegaba desde la frente hasta la mejilla. No había ojo.
Tess se acercó a Aemond y le agarro la mano. Este la miro, no quería que le viese en ese estado, pero tampoco quería ser un cobarde. No grito mientras le cosían el ojo, solo le apretaba a Tess la mano y está lloraba en silencio por el.
- ¿Cómo ha podido ocurrir esto?- comenzó Viserys presa de la furia mirando a sus guardias.
- Lo sentimos, su majestad. Los príncipes deberían de estar en sus camas durmiendo- dijo ser Harrold Westerling.
- Los príncipes jamás había peleado así entre ellos- siguió ser Colín.
- Jurasteis proteger a mi familia- protesto el rey dando un golpe al suelo con su bastón.
Al rato las puertas superiores se abrieron dando paso a lord Corlys y lady Rhaenys.
- ¿Que ocurre aquí?- grito el lord mirando a todos los presentes.
- Mis niñas- abrazo Rhaenys a sus nietas.
Seguido se abrieron otras puertas por donde aparecierln Rhaenira y Daemon.
- ¡Jace! ¡Luc!- Rhaenira corrió hacia sus hijos- déjame ver- vio la nariz de Luc- ¿Quién ha sido?
- Empezaron ellos- se defendió Aemond.
- Golpeaste a Baela- se defendió Jace.
Los gritos de los muchachos intentando defenderse hacían imposible escuchar las versiones de ninguno de ellos.
Tess miro a todos. No podía ponerse en contra de nadie. Tampoco sabía exactamente lo que había ocurrido ya que había llegado cuando la pelea ceso al momento de ser la terrible herida de Aemond.
- Tess... - Todos miraron a la joven que quedó paralizada por decenas de pares de ojos fijos en ella- ¿Que ha ocurrido, pequeña?- preguntó Viserys.
Tess miro a sus hermanos y a su madre que la miraban suplicantes y miro a Aemond, que estaba allí de pie, con su herida recién cosida sin expresión alguna. Parecía que estaba convencido de que le echaría la culpa a el de todo. Dudaba de ella y eso le dolió terriblemente.
- Yo no he visto nada- Aemond la miro sorprendido. Ella le miró y le permitió que viese el dolor de haber dudado de ella- Estaba en la ventana cuando vi a Aemond volar sobre Vhagar. Salí de mis aposentos y quise ir a darle la enhorabuena. Cuando llegue Aemond estaba en el suelo y mis hermanos y primas golpeados y ensangrentados. Eso es lo que he visto.
Se marchó de allí. No quería ser objeto de miradas. No quería ser la que tuviese que juzgar a nadie.
Aemond vio como Tess se alejaba de la habitación. Se alejaba de el. Quiso ir tras ella, pero su madre le agarro de la mano y negó con la cabeza en silencio.
Daemon interceptó a Tess antes de que saliese de la sala agarrándola del hombro. La joven se puso a su lado con las manos por delante de ella y la cabeza gacha.
- Aemond- comenzó Viserys acercándose a el- quiero que me digas la verdad, ahora.
- ¿Que más quieres escuchar?- espero Alicent dolida- Han mutilado a tu hijo,la culpa es de ellos.
- Un lamentable accidente- defendió Rhaenira a sus hijos poniéndose en pie- se puso en duda la legitimidad de su nacimiento.
-¿Que?- preguntó el rey.
- Nos llamo bastardos- dijo Jace.
Tess miro dolida a Aemond.
- Mis hijos están en la línea de sucesión al trono de hierro, alteza. Esto se puede considerar alta traición. Es preciso que lo interrogeis para ver de dónde vienen tales calumnias.
- ¿Por un insulto?- comenzó la reina- mi hijo ha perdido un ojo.
Tess estaba en un trance. No podía despertar hasta que escucho las palabras de la reina.
- La deuda debe saludarse. Exijo un ojo de Lucerys Velaryon.
El resto de los acontecimientos fueron un caos. Sus hermanos siendo protegidos por lord Corlys y Rhaenys, Alicent con un cuchillo en la mano y su madre deteniéndola. Ella misma corriendo junto a sus hermanos para protegerlos. Su madre sangrando con un inmenso corte en el brazo. El silencio en la sala.
- No lo sientas por mi, madre- Aemond apareció tras el caos- es un intercambio justo. He perdido un ojo, pero he ganado un dragón- Tess y Aemond se miraron. No querían más luchas entre sus familias. Hasta aquí llegaba esta guerra sin fin.
Despues de esa trágica noche pasarían años hasta que volviesen a verse.

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