CAPÍTULO 6

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Summer

La persecusión me había costado mostrarme débil frente a Chase, algo que jamás debería haber pasado. Pero estaba desesperada por un poco de cariño. Un abrazo, una caricia, lo que fuera. Y cuando estuve sobre él por primera vez el estómago me dio un vuelco ante sus brazos fuertes alrededor de mí, reconfortándome. 

Me sentí pequeña por primera vez. 

No tenía idea de que Chase podía comportarse así: comprensivo, amable, tierno. 

Supe en ese momento que algo como eso, como ese pequeño momento que tuvimos, no podía volver a pasar. 

No tengo noción de cuanto tiempo estuvimos así, solo sé que cuando me percaté de lo que estaba haciendo fijé mis ojos en los suyos por última vez y volví a mi asiento. Avergonzada. Evitando su mirada. 

Arrancó el auto en silencio, tal vez igual de confuso que yo. 

—Si me hubieses hecho caso, todo habría salido bien —murmuró. 

¿Es en serio? 

—Si no me lo hubieses ordenado, de seguro me habría importado una mierda lo que tenías que hacer —defendí. 

Me crucé de brazos y apreté la boca. 

—¿Por qué siempre eres así de terca? Dios, es insufrible.

Estacionó en casa y me penetró con la mirada. 

Pues él no estaba más enfadado que yo. 

—Insufrible eres tú, ordenándole a todo el mundo lo que debe hacer, ¿quién te crees, eh? 

Con eso abrí la puerta y bajé del auto. Me adentré en el refugio ya que tenía una copia de la llave. Me siguió el paso dando un portazo. 

—¿No te has puesto a pensar que quizás hago eso para evitar situaciones como la que nos hiciste pasar hoy? —me grita mientras bajamos las escaleras saltando escalones. 

Me doy la vuelta para enfrentarlo cuando llegamos al sótano. Ni siquiera noto que los demás se encuentran sentados en el sofá disfrutando del show. 

—¿Vas a culparme por lo que pasó hoy? —me reí—. Claro, así todo es más fácil ¿verdad? Así no tienes que hacerte cargo de nada. Tal vez si pensaras las cosas antes de hacerlas ella no hubiese terminado así. 

Su manera de mirarme se oscureció. Pasó de enfadado a querer asesinarme, de manera literal. Me di cuenta al instante de que no tenía idea de lo que estaba hablando. Se hizo un espantoso silencio a nuestro alrededor. Tuve el impulso de disculparme, lo había dicho sin pensar porque estaba enfadada. Pero me quedé estática. 

Chase dio dos pasos hacia mí. Retrocedí hasta chocar contra la pared. 

—Sigues siendo la misma niña inocente e insoportable que eras hace cuatro años. Nunca más vuelvas a hablar sobre algo de lo que no tienes idea. Por una vez en tu puta vida, por tu bien, mantén esa jodida boca cerrada —puntualizó cada palabra haciéndome sentir pequeña de una manera muy distinta a lo de hace un rato. 

Ahora tenía ganas de llorar. 

Ahora tenía la necesidad de abrazarlo porque el dolor que percibí en sus ojos negros era profundo, muy profundo. 

—Amigo, deja que las cosas se calmen —se acercó Boston—. ¿Por qué no vas a descansar? Ha sido un día largo. 

Por fin, Chase apartó su mirada de mí. 

Me dio la espalda y se encerró en su habitación sin más. 

Miré a los demás sin saber que hacer. 

End game [Completa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora