End game [Completa]

CAPÍTULO 27

Hola hola. ¿Cómo andan? Aparezco para dejarles está actulización... ¿una de las últimas felices? :) 

Solo puedo decir, disfruten del momento jejejeje. 

¡Gracias por estar acá! 

Nos vemos a la próxima, pequeños demonios.

Zoe P. 

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Summer

Necesitaba olvidarme de absolutamente todo aunque sea por una noche. Necesitaba que mi mente descansara para poder recepcionar y recibir toda la información que se me había presentado. Todo es demasiado.

No tenía idea de que una traición podía sentirse como una espina clavada en el fondo del pecho que a cada segundo se hunde más.

Mi papá estaba muerto por su culpa.

Y yo no iba a dejarlo así.

Chase me tomó el rostro con ambas manos para acariciarme las mejillas con delicadeza.

—¿Estás bien? —susurró.

No, claro que no estaba bien.

—Lo voy a estar... ahora solo quiero terminar con todo esto.

—Lo haremos, buscaremos la forma. Y después vamos a tener la vida que merecemos ¿oíste? —me besó el cabello y yo lo abracé otra vez, refugiándome en su pecho como único lugar seguro.

Ese día, las cosas cambiaron.

De forma permanente.

Chase

Pase la yema de mis dedos por su brazo con dulzura. Su cabeza estaba sobre mi pecho y la mía sobre la de ella.

—Le falta un poco de fiesta a todo esto —dijo de repente Summer levantándose de mi lado.

—¡Al fin alguien coherente! —le acompañó Boston también dejando el sofá.

Summer no estaba bien, nada bien. Se lo notaba en la cara, en la mirada. No podía culparla, porque yo no estaba mejor que ella.

—¿A estos dos que les pasa? —me preguntó Atlanta.

—Pues no lo sé, si te soy sincero.

—Oh vamos, ¿hace cuánto que no tenemos un poco de diversión? —se defendió Summer—. Parecemos unos viejos de cuarenta años. ¡Quiero bailar y emborracharme!

—¡Eso eso! —la apoyó Boston.

—¡Tú no la alientes! —le dije.

—¡Tú deberías apoyarme! —me gritó ella—. Voy a buscar alcohol, mientras pueden poner música.

Con eso desapareció hacia la cocina a toda velocidad. Los cuatro nos quedamos mirándonos. Bueno, en realidad los tres fijaron su mirada en mí. Me encogí de hombros.

—¿Qué bicho le picó? —me preguntó Dexter.

—Hemos descubierto... que fue lo que ocurrió con nuestros padres... —los tres abrieron los ojos con sorpresa—. Es malo... muy malo. Pero no es momento para hablar de eso ahora, tiene que asimilarlo y yo también.

—Entonces hagamos lo que ella pide —dijo Atlanta—. Divirtamos un poco, una noche.

—Estoy de acuerdo —contestó Boston.

—Bien, sí —acepté—. Vivamos un poco.

—¿Qué pasó con la música? ¿Y esas caras? —Summer salió con torpeza de la cocina con una botella de vodka en la mano, llevándola a su boca. Hizo una expresión de asco pero volvió a beber.