End game [Completa]

CAPÍTULO 22

Bueno bueno. Aparezco. 

Espero que disfruten mucho del capítulo. Fue un capítulo dificil de escribir la verdad. 

No puedo dejar de agradecerles. Gracias por leer y recomendar y votar y comentar. De verdad ¡gracias gracias gracias!

PD: ya estoy trabajando en los capítulos que siguen, porque estamos en un momento dificil de la trama. Así que me tomo mi tiempo porque no quiero que quedé nada fuera de lugar. 

¡Gracias otra vez! 

Se han ganado mi corazón pequeños demonios. 

Disfruten de la lectura. 

Nos vemos a la próxima.

Zoe P.

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Años antes

Chad y Jordan eran excelentes amigos. Se entendían aunque sus personalidades fueran dos extremos diferentes.

Eran hermanos del corazón.

A sus treinta y ocho años de vida estaban en el punto más alto al que jamás habían llegado. Tenían una familia, fortuna y fama. Sus ingresos por el cielo, fiestas, ovaciones. Todo, lo tenían todo. La gente los adoraba. Trabajaban de lo que querían y aparentaba que no tenían ningún tipo de complicación.

Pero incluso al tenerlo todo, las cosas no iban tan bien como parecía.

Se habían ganado varios enemigos a lo largo de su carrera. Jordan intentaba mantener su compostura, después de todo era un hombre pensante. Sereno. Todo lo contrario a Chad. Quien era impulsivo, en ocasiones agresivo. Si lo provocaban, no tardarían en obtener una reacción opuesta a lo pacífico. Jordan era el que evitaba las peleas y Chad quien las buscaba constantemente.

Pero era esa una de las razones por las cuales se habían vuelto tan buenos amigos. Sé completaban. Confiaban el uno en el otro. Eran con el Yin y el Yang.

Con el tiempo comenzaron a ser desconfiados con las personas a su alrededor. Al parecer, muchas personas querían verlos fracasar. Se habían vuelto quizás un poco paranoicos. Incluso hubo momentos en donde terminaron por alejarse de sus familias.

Pero esa paranoia no estaba del todo injustificada.

Y en cuanto se enteraron del plan que Jeremy tenía para sus hijos, ambas mentes comenzaron a estar alertas cerca de él.

Porque aunque todo parecía demasiado sencillo, ninguno de los dos quería que sus hijos vivieran esa vida.

Ambos se dieron cuenta de lo peligroso que era Jeremy Wilson.

Y fue donde todo comenzó.

En ese momento firmaron su sentencia de muerte.

Summer

Siento la necesidad de ir a casa. Por alguna razón tengo un presentimiento extraño en el estómago.

Al llegar encuentro a mi madre con una taza de té en la mano.

—Summer... ¿Dónde has estado? ¿Cómo es posible que tengas un teléfono encima todo el tiempo y nunca contestes mis llamadas o me envíes un mensaje. Si no te conociera ya tendría que haber denunciado un secuestro.

—Lo siento, es que he estado... algo distraída. Y pensando mucho...

—Ven —ordenó señalando la silla a su lado. Asentí y tomé asiento—. Dime qué es lo que está ocurriendo contigo.