-¿Ves a la luna, y a esa estrella a su lado?
-Sí...
-Somos nosotros, en donde tú, eres la luna...
-¿Por qué?
-Porque eres mi planeta más hermoso
✨ Historia totalmente mía
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✨ Actualizaciones cada Viernes ^^
❤️En momentos como este, me gustaría retroceder el tiempo.❤️
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"¡Abran paso! ¡Rápido!"
"¡Necesitamos llevarlo al área de urgencias!"
"¿Cuál es su estado?"
"Una sobredosis de diazepam y clozapina, tomó más de lo que debía además, un frasco de ellas ya estaba muy caducado. Su estado es crítico, debemos actuar rápido"
"¿Intoxicación por medicamento caducado?... ¡Llamen al Doctor MinSeok! ¡El tiempo se agota, hay que hacerle un lavado de estómago! No queremos que este paciente muera"
Se sentía mareado y aturdido por culpa de aquella situación tan terrible en la que se encontraba. Su cabeza no dejaba de darle vueltas, tanto que incluso las voces de los paramédicos se escuchaban como si estuviesen muy a lo lejos de él. Una mujer y tres hombres, ellos eran los encargados de llevar a su paciente al área de urgencias lo más rápido posible.
-Lo siento joven, pero tiene que esperar aquí, ya no puede pasar -le dijo una de las enfermeras para detenerle el paso.
Acatando la orden, solo se limitó a ver, con dolor y desesperación, el como su pequeño desaparecía tras la puerta de urgencias; el menor estaba inconciente y su respiración era casi nula, inclusive en su carita ya se notaba lo pálido que estaba y sus labios, parecían que jamás había bebido ni un poco de agua por lo resecos que estos se encontraban.
Una vez más, había vuelto a lo mismo, una vez más, y no se lo perdonaba. Prometió cuidarlo para que no volviera a ocurrir el mismo incidente de hace años; sin embargo, todo se había ido por la borda cuando entró a su habitación y lo encontró acostado, pensando y creyendo que estaba dormido... cuando en realidad no era así. Al girarlo sobre la cama pudo sentir que la piel del menor no tenía una temperatura normal, ni siquiera su rostro; había recibido un gran susto cuando se percató de que el pelicafé no respondía y no daba señales de vida.
"¿Qué hice mal?"
Se cuestionaba una y otra vez, mientras su mente no dejaba de atormentarlo con palabras hirientes; cada que recordaba el semblante pálido del menor, pensaba en aquella escena en la que el pelicafé estaba ahogándose dentro de la bañera. Se encontraba en la misma situación: él desesperado en la sala de espera y Jongho, siendo atendido por los doctores del hospital. Sus manos temblaban de ansiedad de tan solo pensar en lo peor que le podía suceder al más joven.
¿Por qué lo había hecho de nuevo?
¿Por qué justo ahora?
A su alrededor, nada le importaba, ni siquiera el profundo olor a medicina del hospital, ni los llantos de los bebés, ni los gritos de desesperación de unas cuantas señoras. Lo único que él quería, y lo que realmente le interesaba, era que su pequeño estuviese fuera de peligro y en buen estado, cómo hace unos días.
