-¿Ves a la luna, y a esa estrella a su lado?
-Sí...
-Somos nosotros, en donde tú, eres la luna...
-¿Por qué?
-Porque eres mi planeta más hermoso
✨ Historia totalmente mía
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❤️Te mereces más que una sorpresa. Te mereces ser feliz.❤️
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Si alguien le hubiese dicho que el lugar, ya adornado y listo, se vería así de magnífico e ineflabe frente a sus ojos, habría preparado eso desde hace ya varios días. Su mirada se enfocó en los arcos repletos de flores que el rubio les había dicho que eran la entrada perfecta para los jóvenes, y vaya que en verdad tenía razón; le bastaba un segundo para darse cuenta que aquel lugar era el indicado para esa noche tan especial que, junto con sus amigos, disfrutaría al máximo, pero sobre todo, esperaba que a Jongho le gustara igual o más que a él.
-Las horas se me hicieron eternas, y no por el hecho de esperar, sino por hacer estas cosas -replicó el pelinegro con ambas manos puestas en su cintura y parándose al lado del peliazul.
-Por lo visto quedaste igual que yo. Ya estoy cansado de estar armando esto, pero valió la pena -giró su cabeza para ver al contrario y sonrió satisfecho por el resultado, para luego añadir: -A ellos les encantará, ¿no es así? -aseguró, luciendo en su boca esa sonrisa tan característica y propia de él.
-Si, eso espero -soltó el aire de cansancio que no tenía ni idea que estaba reteniendo y optó por sentarse en el césped, importandole poco el que su pantalón se manchara un poco, el cual era negro por lo que, no le preocupaba demasiado.
Tras descansar unos cuantos minutos, Sihyoung volvió a ver su reloj como lo había estado haciendo la última media hora, revisando su celular cada cinco minutos exactos para tratar de calmar su impaciencia.
-Suil ya está aquí -anunció el peliblanco, acercándose al pelinegro.
-¿Suil?
-Le pedí que trajera algunas flores, las cosas que te mencioné y un regalo que se me olvidó cuando fuimos a la casa a buscar las cosas para decorar -confesó Yunho con una sonrisa al ver a Suil caminado hacia donde ellos estaban.
-Después de todo su martirio por no ser descubiertos, debo decir que quedó asombroso -aseguró Suil, entregándole al pelinegro dos ramos de flores: unas de color violeta y las otras de un tono rosa y coral.
-No te emociones, no son para ti -comentó Suil mucho antes de que Sihyoung fuese a decir algo.
-¿Emocionarme? No lo creo, pero sigues teniendo espectativas altas, unas que no durarán mucho -soltó el pelinegro, para luego colocar los ramos sobre la mesa ya lista.
-Eres fastidioso...
-No más que tú...
-Oigan, no estamos aquí para discutir, los chicos pueden venir en cualquier momento -aclaró Yunho, separando a ambos chicos que estaban por comenzar una pelea verbal. Una cosa que obviamente no permitiría que pasara.
