-¿Ves a la luna, y a esa estrella a su lado?
-Sí...
-Somos nosotros, en donde tú, eres la luna...
-¿Por qué?
-Porque eres mi planeta más hermoso
✨ Historia totalmente mía
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❤️Hay amores que duran poco y amistades que perduran para siempre.❤️
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No fue buena idea.
No fue bueno quedarse dormido.
No fue para nada lindo.
Su día no había iniciado bien, corría de un lado a otro, por toda la casa, estaba asustado, confuso, nervioso y demás. La angustia y la preocupación le estaban carcomiendo por completo y sin excusa.
Cómo pudo, porque sus manos temblaban constantemente, abrió el refrigerador y uno de los estantes para poder sacar lo necesario para la preparación de aquel pastel de bodas, porque sí, ya era domingo e iba tarde. Había puesto su alarma a las 5:00 am, sin embargo, ésta no sonó en absoluto y ahora debía afrontar las consecuencias: preparar todo a la velocidad de la luz y estar con el estrés y el temor a que el pastel no le quedara como tenía planeado.
El pelinegro, salió de su habitación con el ceño fruncido, no entendía porqué Jongho estaba haciendo mucho ruido en pleno Domingo y ¡A las seis de la mañana!
-Jongho, ¿Qué crees que estás haciendo? -le cuestionó, sus ojos estaban ligeramente cerrados a causa de la luz, su rostro solo reflejaba lo cansado y soñoliento que estaba.
Jongho, a comparación de Sihyoung, parecía que estaba corriendo un maratón, pues no dejaba de moverse de un lugar a otro, buscando y quejándose por no encontrar lo que quería.
-¡El boda de la pastel! -gritó el pelicafé desde la cocina.
-¿Eh? ¿No era en la noche? -dijo Sihyoung con gesto de confusión.
El menor se detuvo en seco al escuchar esa pregunta que parecía duda. No, según él, la invitación decía a las 9 de la mañana, pero...
-No entiendo -sinceró.
-Me refiero... -habló, soltando un bostezo. -... Me refiero a la hora, en la invitación decía 9:00 PM no, AM -recalcó.
-¡¿Qué?! -se quejó.
No podía ser, había visto mal, eso no era lo que recordaba.
-Bien podías despertar tarde además, recuerda que en una boda, el pastel no se come luego luego -explicó.
Eso sólo hacía que Jongho se sintiera peor, ahora el perdido era él. Suspiró con cansancio y llevó ambas manos a su rostro, ¿Qué más faltaba para que su mañana empeorara aún más?
-Por cierto -prosiguió Sihyoung. -dijiste que llamarías a tus amigos, tú los invitaste
-¡Aaaah! ¿Pu qué yo? -expresó con disgusto, no del malo, pisoteado el suelo y abultando su labio inferior.
-Porque fue tu... ¿Idea? -aclaró el pelinegro, como si fuese lo más obvio del mundo.
-Hmm... tienes razón -sonrió y tomó asiento frente al contrario. -Tengo sueño -musitó, colocando su frente sobre la mesa, levantarse a prisa no fue buena idea, así que juraba no volver a hacer una atrocidad como esa.
