𝙻𝚎́𝚊 𝚆𝚘𝚕𝚏𝚏
Montecarlo, Mónaco.
Después de mi primera noche de sexo, con un sexy piloto. Estoy en graves problemas, no puedo mantenerme de pie. Así que llamé a Carlos y le dije, lo que el piloto monegasco me dijo. Antes de que Charles se fuera, le pedí que dejará la puerta abierta, para que Carlos pudiera entrar.
— Léa ¿Qué te sucedió anoche? — me miró — Lewis dijo que cuando volvió, ya no estabas.
— Oh, no me sentía muy bien, entonces volví al hotel — mentí.
— Me hubieras dicho y te llevaba yo — se sentó a mi lado — ahora ¿cómo bajarás a desayunar?
— No lo sé — dudé.
— ¿Si quieres, puedo cargarte hasta el comedor? — sugirió y asentí.
Carlos me cargo bajamos al comedor, todas las miradas estaban sobre nosotros.
Cuando llegamos estaban los chicos desayunando, incluso George, cuando vio que Carlos me traía. Se levantó de golpe.— ¿Por qué Carlos te carga? — me preguntó mientras Sainz, me sentó al lado de George.
— Tuve un problema y no puedo caminar — mentí, todos comenzaron a hacer preguntas, tras pregunta.
— ¿Cómo que no puedes caminar? — Lando preguntó.
— ¿Qué te sucedió? — Lewis era el más preocupado.
— ¿Te caíste? — Daniel me observó.
— ¿Estás bien? — Pierre me miró curioso.
— Solo me caí y me golpee las piernas — hable tranquila.
— Y que te paso en el brazo — Lando tocó mi abrazo lastimado y me queje.
—Un idiota intento llevarme a la fuerza y me quedo el brazo así — los chicos cambiaron sus rostros a unos serios.
— ¿Por qué no lo sabíamos? — Max me miro.
— Porque no era necesario — intente evitar el tema, pero no lo logré. Asi que tuve que contarles todo lo que paso, evitando la parte donde Charles aparece claro.
— No volveremos a dejarte con Lewis más — Daniel lo miro serio.
— No fue su culpa — los mire.
— Si vuelves a salir con nosotros, ten por seguro que no, nos despegaremos de tu lado — Mick me sonrió.
— Hola chicos, ¿Por qué esas caras de preocupación? — preguntó mientras se sentaba con nosotros, justo la persona que no quería ver, que hacía en el hotel, tiene su propia casa.
Estaba sentado frente a mí con una sonrisa triunfadora.—Léa no puede caminar — Carlos respondió.
— ¿Así, qué te paso Léa? — preguntó con esa estúpida sonrisa de egocéntrico.
Simplemente lo mire, pero no respondí. No le daría con el gusto.
— Si quieres buscamos una silla de ruedas — Alex habló — de esa forma no te tendrán que cargarte.
— Está bien — hablé, Alex, Daniel y George fueron a buscar la silla de ruedas.
— ¿Qué pasó anoche? No te vimos en toda la noche — Max le preguntó a Charles.
— Me fui con una chica — me miró, como podía ser tan descarado para decir que se fue con una chica — pero eso no importa, no creo que la vuelva a ver.
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IL MIO AMULETO | Charles Leclerc
FanfictionLa pequeña wolff, esta perdidamente enamorada del piloto, pero podrán estar juntos después de todos los altibajos. El desde el día que la vio supo que iba a ser suya, cueste lo que cueste.