𝙲𝚑𝚊𝚛𝚕𝚎𝚜 𝙻𝚎𝚌𝚕𝚎𝚛𝚌
Barcelona, España.
Hace unas horas, había llegado a España. Estuve toda la mañana con los chicos, ellos me contaron que Léa ahora era asistente de George, estaban tan felices por la noticia. Yo me sentí feliz por ella, ahora la vería siempre, pero su padre seguía siendo un problema para mí.
Después de la reunión con Ferrari. Decidí dar un paseo por el paddock, cuando vi a George y Leá abrazados, en las mesas de afuera del hospitality de Mercedes.
— Ya deja de mirarlos — quite mi vista de ellos y mire a Pierre — parece que lo comerás vivo.
— No sé de qué hablas — sabía de qué hablaba, pero no iba a admitirlo.
— Oh, vamos amigo. Te conozco demasiado para saber que estás celoso de George — era verdad, me conocía mucho como para mentirle.
— Yo no estoy celoso de ese británico egocéntrico — Pierre soltó una carcajada.
— Hablo el que tiene el ego por el cielo — reí.
Sin darnos cuenta nos quedamos viendo a ellos, cuando George se dio vuelta y nos vio.
— ¡Hey chicos! Vengan — se separó de Léa.
— Mierda, yo no quiero ir — miré a Pierre.
— Vamos, no seas un cobarde — me agarro el brazo y jalo de él para caminar hasta ellos — ¡Hola! ¿Cómo están?
— Hola Pierre, bien y ustedes — le sonrió.
A regañadientes me senté con ellos, estuvimos un rato hablado y Leá evitaba mi mirada a toda costa.
Después de un rato se nos unieron. Lewis, Lando, Max, Carlos, Alex, Daniel, Yuki y Mick el cual comenzó a formar parte del grupo hace poco tiempo.
La mayoría venía de reuniones con sus equipos, Mercedes era el lugar más tranquilo del paddock y ver tantos pilotos ahí era algo muy raro.— ¿Qué les parece si vamos a una fiesta o a un bar?— Max nos miró — digo se nos unió una más al grupo y no tendremos que escondernos de la prensa.
— Vamos a un bar. Conozco uno muy bueno — Carlos sonrió.
— Entonces iremos al bar — George preguntó y todo asistieron.
— Todos estamos en el mismo hotel, así que a las diez en punto los quiero a todos en el lobby — Max hablo — ahí veremos como iremos al bar.
Todos asintieron y seguimos hablando hasta que cada uno se fue al hotel, por mi lado me había ido con Pierre.
— ¿Sientes algo por Léa? — soltó de la nada.
— Porque todos piensan que me gusta — si me sentía atraído físicamente por ella, pero no me gustaba.
— Ósea que ¿no soy el único que lo cree? — preguntó curioso.
— Carajo, Pierre deja de interrogarme — suspiré — Carlos, piensa que voy a enamorarme de ella.
— Tuvieron algo, por eso estabas tenso y ella no te miraba — me miro, no podía mentirle, es mi mejor amigo.
— Tuvimos sexo, en Mónaco — este soltó un grite de emoción.
— ¡Lo sabía! Por eso desaparecieron esa noche — sonrió — cuéntame fueron al hotel o donde.
— Fue en mi casa.
— Enserió la llevaste a nuestra casa, Charles Marc Hervé Perceval Leclerc — puso su mano en su pecho. Indignado — como pudiste.
— Ya idiota, deja de jugar — se calmó.
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IL MIO AMULETO | Charles Leclerc
FanfictionLa pequeña wolff, esta perdidamente enamorada del piloto, pero podrán estar juntos después de todos los altibajos. El desde el día que la vio supo que iba a ser suya, cueste lo que cueste.